Con la inscripción de los candidatos, desde hoy y hasta el viernes ante las juntas municipales electorales del Consejo Nacional Electoral, el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) y la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) inician una batalla a todo o nada por las 337 alcaldías del país.
Ambos sectores buscarán impulsar en lo que puedan a sus candidatos, sobre todo después del estrecho resultado de abril, por lo que unos buscarán, con votos, reeditar la elección presidencial y otros, demostrar que ganaron, pese a que los resultados del CNE mostraron lo contrario, más aún con uno de esos protagonistas al frente de la campaña opositora: Henrique Capriles.
Sobre esta elección, Capriles ha dicho que será un “plebiscito”, el gobernador de Miranda se echará al hombro a sus candidatos y ya se puso la meta de visitar 200 municipios una vez finalice el lapso de postulaciones.
En tanto, el presidente Nicolás Maduro ha insistido en la necesidad de la “gran victoria electoral para impedir que la derecha gane lo que generaría que los recursos del pueblo no lleguen al pueblo”. “Cuando se anuncie el método de escogencia, todo el pueblo salga con una sola voz a apoyar a ese candidato”, aseguró la semana pasada.
En opinión del historiador Germán Yépez, rector jubilado del CNE, el 8 de diciembre se van a confrontar electoralmente opciones municipales, alcaldes y concejales, que a pesar de que es un proceso local, “responden las dos grandes propuestas a dos opciones políticas: la que se organiza entorno a la MUD y la que se organiza entorno al chavismo, cada bloque va a hacer un esfuerzo de lograr la mayoría de las alcaldías y concejales, y luego van a discutir quién sacó más votos sumados nacionalmente. Eso va a ser elemento del debate, demostrar quién tiene mayor respaldo popular”.
El secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, dijo a este rotativo que aspiran a “superar en voto popular al Psuv, que la mayor parte de los venezolanos quede gobernado por alcaldes de la unidad”.
De las 335 alcaldías del país, 264 alcaldes pertenecen al Psuv, más el alcalde del Distrito Alto Apure, remontar estos números parece cuesta arriba para la oposición, sin embargo, Aveledo dijo que esperan alcanzar 7,5 millones de votos para ganar –en el mejor escenario que maneja–, 168 alcaldías del país, que representan 50% del total de municipios y 56% de la votación.
Pero pensar llegar a los 7 millones de votos para ambas opciones pudiera ser una utopía, puesto que en un país presidencialista las elecciones locales no son atractivas para el electorado y en esta ocasión —a decir de Yépez— podría significar una participación de alrededor del 48% o 50%.
Ya el 16 de diciembre de 2012, en las regionales, se registró una participación de apenas el 53%, que dista mucho del 80% de los dos últimos procesos presidenciales.
Yépez consideró que más que en la pugna nacional, los electores se enfocan en la capacidad de gestión de los gobernantes, aunque no es menos cierto que el país está dividido en dos mitades.
La analista electoral Margarita López Maya, profesora de la UCV, coincidió con Yépez en que en este proceso hay otros intereses, “porque se mira esta elección como una demostración de fuerzas para ver cuántos votos tienen en definitiva. El Gobierno para sentirse más cómodo por la debilidad política con que ganó, y la oposición porque quiere medir cuántos votos tiene, evaluando una ruta hacia el referendo revocatorio que es el horizonte más inmediato que tiene”.
Pero otro factor que incidirá en la voluntad popular será el perfil de los candidatos. Por un lado, la MUD inscribirá unos aspirantes la mayoría de ellos electos en unas primarias realizadas hace un año y medio (12 de febrero de 2012) y otros mediante acuerdos partidistas en 2011. Pugnas internas se han observado a lo largo de este tiempo y para algunos muchas de esas candidaturas perdieron vigencia.
Por otro lado, el Psuv, que en un principio había creado la expectativa en sus bases de que los candidatos serían electos por la militancia en una elección directa, terminó optando por el método de cooptación (a dedo), lo que no dejará contento a la mayoría, sobre todo porque no se cuenta con la voz irrefutable de Hugo Chávez, que era la única no replicada en el Psuv.
“Chávez tenía más capital político para imponerse que el que puede tener ahorita la maquinaria del partido, y eso seguramente va a lesionar en algunas zonas el voto, como igual lesionará el voto en la MUD algunas candidaturas que no fueron electas en primarias y que claramente en las encuestas están mal posicionadas”, señaló López Maya.
Ambos bloques presentarán desde hoy a sus fichas ante las 335 juntas conformadas por el CNE en cada uno de los municipios del país.
Fuente: Panorama









