Nacarid Rodríguez, profesora del Doctorado de Educación en la Universidad Central de Venezuela, denuncia, en primer lugar, el intento de adoctrinamiento por parte del Ejecutivo nacional a través del sistema escolar, afirmando que el Gobierno utiliza la educación como un instrumento para dicho adoctrinamiento hacia un partido político.
“De acuerdo con las normas, las leyes, eso no está permitido, porque la escuela, la educación escolarizada, tiene que estar abierta a todo tipo de pensamiento, y además porque los niños aquí en Venezuela, a través de la Ley Orgánica de Protección al Niño, Niña y al Adolescente (Lopnna), tienen también derecho a la libertad de conciencia; entonces, no deberían ser adoctrinados”, destacó.
Rodríguez alega que el adoctrinamiento está contenido no solo en la reformulación de contenidos en las aulas, mediante la introducción de la política en el diseño curricular, sino que incluye a todas las actividades de educación, entendiendo que esta “no se produce solamente en las escuelas, sino que la gente se educa en todas partes, a donde quiera que va, y cuando tenemos propaganda en todas partes, eso de alguna manera nos está influyendo”.
Desprofesionalización
En segundo lugar, advierte Rodríguez: el problema general se traduce en que el Ejecutivo ha propiciado un contexto nacional de desvalorización del conocimiento. “Cuando hablamos de desprofesionalización no solamente es de los docentes”.
“Lo hemos visto con los médicos… en parte, por eso es que este país tiene tantos problemas, porque en lo que se refiere a electricidad, por ejemplo, no van los mejores a resolver los problemas del área de electricidad, los que están mejor preparados… en materia de la construcción de carreteras, de edificaciones, de vivienda, tampoco se llama a los expertos, sino que a veces se importan las viviendas de afuera. Y todo eso va desvalorizando el conocimiento”, explicó.
En tercer lugar: aunque son las universidades las que emprenden trabajos de investigación, recalca que las que más investigan son las autónomas, siendo estas las más atacadas, desde los docentes, hasta para la asignación del presupuesto para el financiamiento de tales investigaciones. “En Venezuela la producción científica ha bajado tremendamente, sobre todo, a partir del año 2010”, precisó.
Insiste en que el adoctrinamiento no está contenido en ninguna pedagogía, ya que esta debe promover la libertad de los alumnos, añadiendo que todas las normativas que giran alrededor de la educación deben estar orientadas por la Constitución de 1999.
Desvalorización del docente
La también experta en Política Educativa y Formación de Docentes destaca que se ha desarrollado un proceso continuo de desprofesionalización y desvalorización del docente, “inducido, en parte, por este tema de considerar que el sistema escolar es un instrumento para mantenerse en el poder o para hacer proselitismo político”.
“Tiene que ver también con las escalas salariales. Cuando uno compara el ingreso de un docente con la escala de los empleados administrativos, sucede que un docente está al nivel de bachiller en los ingresos que percibe. En el subsistema de educación básica, un docente uno gana a partir de mayo de este año Bs. 8.335, es decir 1,12 salarios mínimos. Anteriormente estaba por debajo del salario mínimo. Esto es grave, porque la verdad es que, ¿quién, por más vocación que tenga, puede aspirar a ganar casi un salario mínimo después de haber estudiado y haberse graduado de licenciado o de profesor, con cinco años de educación superior después del bachillerato?”, comenta la especialista.
La experta lamenta que las consultas a la sociedad para la modificación de los programas de estudio se hayan quedado en puro discurso. “El diseño circular que entró con más fuerza fue el del año 2007, y ese diseño tuvo, quizás, la virtud de que fue divulgado en unos libros que pudieron publicarse y que todo el mundo lo pudo leer y se pudo opinar sobre ese diseño. Los docentes lo analizaron muchísimo y no había muchas actitudes favorables hacia el contenido, no solamente por el proselitismo o lo que se llama la ideologización, sino también por fallas de tipo pedagógico y de contenido”.
Reitera que pese a las revisiones que debió hacer el ministerio, esto no sucedió. “Necesitamos un cambio de diseño curricular. No solo basta actualizarlo con relación a lo que tenemos hoy en día, sino para que esto sobreviva algún tiempo, debe ser actualizado hacia el futuro, qué es lo que esperamos de la educación en el futuro”, señala.
Concluye en la importancia del ambiente de trabajo en las escuelas, donde educadores y directivos propician ese clima, por lo que “necesitamos docentes bien formados, bien preparados, bien pagados y bien satisfechos, también, con su profesión”.
Nota de prensa