¿Mucho más que amigos?

En el amor no hay nada escrito, por eso sucede de todo. Un cariño inocente puede transformarse, de la noche a la mañana, en amor, atracción, deseo o algo más. Son muchas las mujeres que hoy en día cuentan cómo, alguna vez, tuvieron algo con aquel a quien solían llamar “mi mejor amigo”. Entonces, ¿mucho más que amigos?

 

 

Según Isabela Pérez Luna, psicóloga, “las amistades son relaciones desinteresadas que están basadas en la confianza, el espacio y el respeto. Por esta razón la amistad es -muchas veces- el primer paso para que una relación se consolide y dure en el tiempo”.

 

 

Una relación que se establece luego de una gran amistad puede resultar muy exitosa porque entre esas dos personas ya existe una base sólida y madura de interacción. Las manías, los gustos y placeres, todo ese conjunto de detalles que sólo se aprenden del ensayo y error, están más que aprendidos. Así, cuando llega el amor, éste tiene el terreno listo para la iniciar la construcción. Sin embargo, también puede ocurrir todo lo contrario.

 

 

El que un hombre y una mujer sean excelentes amigos, no es seguridad de amor eterno porque esas libertades que se permitían como amigos, no se las permiten como novios: “Si tú no llamas a tu amigo todos los días, no pasa nada. En cambio, lo normal es que llames a tu pareja todos los días”, explica Pérez Luna. En fin, no hay nada escrito. Cada quien debe decidir qué es lo mejor para ambos a largo plazo: si mantener una gran amistad, o arriesgarlo todo por una increíble historia de amor o por una noche de pasión y exceso de alcohol.

 

 

Buenos amigos, pésimos novios

 

 

Según la psicóloga Isabela Pérez Luna, lo más importante en una relación de pareja es la comunicación: “Si sientes que las cosas se están enredando, si no puedes manejar una relación amorosa con tu amigo, lo mejor es hablar honestamente: decirle que te diste cuenta de que las cosas no están funcionando como tú esperabas. Si las dos personas saben manejar esta crisis, la amistad se salva. Basta que uno de los dos no sepa afrontar los hechos para que los lazos se rompan definitivamente”.

 

 

El sí, tú no: qué hacer cuando él es el único que está flechado

 

 

Según la psicóloga Pérez Luna, “decirle que no a alguien implica rechazo, así que lo lógico es que esa persona se sienta herida”. Es decir, la otra persona siempre va a salir herida. A continuación, dos consejos que te ayudarán a decirle que no.

 

 

Explícale por qué no compartes sus sentimientos. No le dejes sembrada ninguna duda o esperanza. Sé honesta y justa. Dale tiempo. Lo más seguro es que él se aleje de ti un tiempo. Brindale tu apoyo respetando su espacio.

 

 

 

 

Eme de Mujer

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