Dentro del maremágnum de ofertas que hay en la actualidad para ponernos en forma, hacer ejercicio o, simplemente, mantenernos sanos; hay una que nos ha llamado especialmente la atención: MovNat o Entrenamiento natural. Detrás de estas dos palabras se encuentra, más que un método de entrenamiento, una filosofía, que defiende el deporte y la vida sana en su concepción más básica: deporte para recuperar al ser humano que todos llevamos dentro.
Olvídate del gimnasio, de las repeticiones, las esterillas, las pesas, el cronómetro o el contador de calorías. Nuestra vida es más sencilla que eso… Bajo esta premisa nos encontramos con MovNat o Entrenamiento Natural, una suerte de ¿entrenamiento? que logra que nos pongamos en forma como consecuencia de ello y no como fin en contacto con el entorno y recuperando el ‘animal’ que llevamos dentro…
Y decimos entrenamiento entre signos de interrogación porque sus creadores no quieren definirlo exactamente cómo tal. Rafa Díez es uno de los fundadores de este movimiento y nos explica que hacen «deporte orientado a la vida real. Defendemos el entrenamiento como algo natural en el que hay que gatear, correr, saltar, andar…»
Sobre todo, una de las palabras que más repite Rafa es la ‘adaptabilidad’. Como hombres de oficina que somos, nos hemos olvidado de nuestro otro ‘yo’, el de las cavernas. El que tenía que agacharse, correr, esconderse, trepar para lograr sus objetivos… «La gente usa esos recursos en su vida diaria, pero se le ha olvidado».
…Y es cierto, ¿qué día no nos agachamos, saltamos o corremos? Para Rafa Díez el movimiento natural se trata tan sólo de recuperar ése equilibrio entre lo que éramos y lo que somos. Así que nada de aburridas repeticiones en una sala llena de máquinas y espejos: «El ejercicio de gimnasio tiende a aislar, nosotros usamos la improvisación».
Para MovNat la mayor diferencia entre su filosofía y otros entrenamientos es «la practicidad. Es muy divertido, recuperamos sensibilidades que dábamos por perdidas. No es deporte, es otra cosa. Entrenamos la debilidades».
Y quizás ésa sea una de las principales claves de MovNat. El hacer que le perdamos el miedo a improvisar, al entorno… Incluso a hacer ejercicio: «Tenemos un nivel de ejercicios escalable, se adapta a todo el mundo. Lo que más nos diferencia de otros métodos es que somos prácticos. El fin no es estar en forma, sino una consecuencia de ello». Y aquí nos encontramos con otra de las claves: entrenar no para vernos mejor delante del espejo (que nos veremos), sino para estar a gusto con nosotros.
Rafa nos insiste: «no somos máquinas, usamos el peso del cuerpo. No hacemos competiciones contra el tiempo o contra otros. Hacemos mucha hincapié en la movilidad corporal». Y nos pone un ejemplo: «tenemos 5 tipos de reptado y 6 tipos de salto»… Ya sólo por eso merece la pena saber cómo es.
¿Y quién se apuntaría a ésta ‘locura’? (Ya nos advierten en su web que es «duro y exigente»). Pues, principalmente personas que están hartas del gimnasio. Pero también son conscientes de sus limitaciones en el espacio y en el tiempo. En MovNat hay sesiones semanales, pero por su idiosincrasia, nos cuenta Rafa Díez «estamos cercanos al CrossFit, estamos hermanados y somos como un complemento». Son cómo su hermano campestre… «Damos flexibilidad, apostamos por la carrera natural…» Pero nos remarca: «no somos unos locos».
Una afirmación que tiene su valor, puesto que uno podría decir que te apuntas a MovNat a cargar troncos, subir a una rama o hacer una gymkhana nada más llegar. No es así.
Cada persona que se apunta a MovNat pasa un exhaustivo chequeo: a cada nuevo componente se le analizan sus puntos débiles para mejorarlos, se le encuadra dentro de sus posibilidades y se le valora su estado de forma…
«En el estilo de vida actual hay una serie de cosas que chirrían. Nosotros no solamente hacemos ejercicio. Recuperamos sensaciones que tenemos dentro», sentencia Rafa Díez. Sin duda, viendo el entusiasmo que desprende, es imposible no sentirse atraido por MovNat…
Fuente: Mujer Hoy
