La situación luce irreversible: las dos plantas de Corporación Kuri Sam, productora de motos Bera, bajarán sus santamarías dentro de un mes, cuando se estima se agoten los inventarios de material, ello como consecuencia de la escasa asignación de divisas y los retrasos en la liquidación de estas, lo que pone en riesgo la estabilidad de sus 700 empleados.
“Solo queda material para un mes y después de eso tendremos que cerrar”, afirmó una fuente de los trabajadores que prefirió el anonimato, quien reseñó que la promesa hecha por el Gobierno de que la empresa trabajaría este año a 100% de su capacidad, cayó en saco roto.
A mediados de junio pasado, fuentes de la empresa señalaron que debido a la reducción de los inventarios la compañía se encontraba laborando a 40% de su capacidad, manteniendo el ritmo de producción al mínimo posible a fin de extender el poco material disponible.
La fuente detalló que la producción está prácticamente paralizada desde hace tres semanas. “Se está trabajando pocos días a la semana y son muy pocas las unidades que se está ensamblando”, acotó, al tiempo de agregar que desde la semana pasada han realizado protestas ante la Gobernación de Aragua para exigir la mediación del mandatario regional, Tarek El Aissami, ante las autoridades nacionales a fin de lograr la asignación de divisas que permita reactivar la manufactura.
En visita a la fábrica de Bera, en mayo, el ministro de Industrias José David Cabello, y el vicepresidente de la República, Jorge Arreaza, anunciaron la asignación de recursos suficientes para elevar la producción a 1.200 unidades diarias, con lo que se conseguiría la meta planteada por la firma de ensamblar este año 230.000 unidades en dos turnos de trabajo.
Sin embargo, la promesa no se ha materializado. De hecho, de los $230 millones que la empresa necesitaba este año para cumplir sus objetivos, apenas ha recibido seis millones de dólares, otorgados a través de una subasta del Sicad I a mediados de julio pasado; es decir, la firma solo ha recibido 2,6% de lo requerido.
“Estamos muy preocupados porque pasan los días y no vemos que se concrete la ayuda para reactivar las plantas”, dijo la fuente.
Cabe destacar que aun cuando los dólares necesarios fueran asignados de forma expedita, tendría que transcurrir al menos dos meses antes de que el material de ensamblaje proveniente de China estuviera disponible en el país, por lo que se da por un hecho que la factoría de motos aragüeña deberá suspender sus actividades en breve.
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