Muchos mitos y unas cuantas verdades se han atribuido desde siempre al agua del mar pero, ¿cómo diferenciar unos de otros? En estos últimos días de verano donde aún podemos disfrutar de largos baños en la playa, te damos unas cuantas excusas para seguir enfundándote el bikini. ¡Toma nota!
Los beneficios del agua de mar
Aunque muchas teorías no han sido verificadas, nadie puede discutir ciertos beneficios que produce el agua de mar en nuestro cuerpo. Como confirma el Dr. Joaquín Capdevila, médico internista y colaborador de tuMédico.es, “muchas cosas que aparecen en Internet no son ciertas, pero el agua de mar puede afectar positivamente en ciertos procesos de nuestro organismo”.
Uno de los beneficios más conocidos es el que produce el agua salada sobre nuestra piel. Si bien las concentraciones de sales que encontramos en nuestras aguas no son las más efectivas, es cierto que la combinación del agua y el sol pueden favorecer a ciertos procesos dermatológicos como la psoriasis.
Otro efecto positivo, tal vez más desconocido, es el relacionado con nuestra respiración. “Algunos otorrinos afirman que el agua de mar purificada aplicada a las fosas nasales permite limpiarlas y, consecuentemente, produce un efecto de descongestión nasal”, asevera el profesional.
A nivel muscular y articular, el agua de mar también puede resultar favorable. Nuestros músculos están sometidos a mucho estrés y el hecho de nadar o flotar en el mar puede producir un efecto relajante, ya que liberamos nuestras articulaciones y nuestros músculos de cualquier tipo de presión externa. ¿Empiezas a convencerte? Entre tantos beneficios del agua del mar, ya no tienes excusas para no ir planificando algún viaje otoñal a algunos de estos paradisíacos destinos.
Finalmente, vale la pena destacar el efecto positivo que puede producir el agua de mar sobre nuestro sistema nervioso. Paralelamente a los beneficios musculares y articulares, la distensión y la tranquilidad que envuelve nuestro cuerpo a nivel físico también puede traducirse a nivel mental.
No obstante, el Dr. Capdevila remarca que “existen muchas teorías falsas y sin ninguna justificación médica, y no debemos caer en esa trampa”. Así, aunque existan algunos beneficios, debemos conocer a nuestro cuerpo y saber qué efecto produce el agua de mar en él de forma objetiva. La temporada de playa ya tiene fecha de caducidad, pero siempre existen alternativas para reproducir las sensaciones que nos produce el agua de mar, como por ejemplo hacer deportes acuáticos. ¡No hay excusa para no disfrutar de nuestro cuerpo también en otoño!
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