Durante el mes de diciembre el consumo de alcohol se incrementa en casi todas las personas. Por eso es importante que conozca algunos mitos y realidades de las bebidas alcohólicas:
Aprender a beber desde jóvenes, en pequeñas cantidades, es importante para tener control sobre el alcohol.
Este es un mito que creen muchas personas. La realidad es que ni los niños ni los adolescentes deben ingerir alcohol. Al estar en pleno desarrollo emocional y físico, los efectos de las bebidas alcohólicas pueden traer consecuencias negativas para su crecimiento. Además, muchas adicciones se fomentan en estas etapas.
Lo más peligroso de beber en grandes cantidades es que te dé una resaca.
La realidad es que la resaca es lo menos peligroso, aunque es realmente desagradable y molesta. Beber en grandes cantidades puede ocasionar una intoxicación que ocasione la muerte al causar parálisis respiratoria y dificultades cardiovasculares. Asimismo, beber en exceso suele ocasionar graves accidentes, principalmente de tráfico.
Con un café o un baño se disminuye o elimina la borrachera
Un mito muy difundido, incluso avalado por películas y telenovelas. En realidad ni el café ni un baño eliminan el alcohol del organismo. La eliminación de las bebidas alcohólicas de la sangre se realiza a razón de 1 vaso de vino por hora (En referencia a un hombre de aprox 80Kg).
El alcohol facilita las relaciones sexuales
Posiblemente el mito más extendido y el más fantasioso. El alcohol es un depresor del Sistema Nervioso Central, por lo que suele inhibir la respuesta sexual. Si bien es cierto que un poquito puede ayudar a relajarse, si se bebe de más, ni hombres ni mujeres podrán lograr una respuesta sexual satisfactoria. Orgasmos y erecciones suelen desaparecer cuando se han consumido bebidas alcohólicas en exceso.
Sólo algunas bebidas alcohólicas se convierten en azúcar y engordan
La mayoría de las bebidas alcohólicas contienen gran cantidad de azúcar escondida y todas son altas en calorías. El hígado es el órgano encargado de procesar el alcohol y siempre lo convierte en azúcar.
Fuente: senda.gob.cl