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Mitos, tabúes y mentiras que escuchamos al hablar del sexo

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Mitos, tabúes y mentiras que escuchamos al hablar del sexo

Los mitos y mentiras vinculados con la potencia, los tiempos, la creatividad y el rendimiento sexual circulan entre nosotros y muchas veces complican a las parejas y limitan su capacidad de disfrute.

 

«A pesar de la evolución que ha alcanzado la sociedad occidental en todos los aspectos y también en el relacionado con la visión y actitud ante la sexualidad, aún siguen vigentes innumerables mitos y tabúes. Han aparecido nuevos temores y cierta confusión, provocados precisamente por los cambios en el pensamiento social», dice Alicia Galloti, autora del Kamasutra ilustrado, entre otros libros especializados.

 

Algunos preconceptos

 

Existen preconceptos que comparten hombres y mujeres y que la especialista considera carentes de todo sustento.

 

Entre los más frecuentes figuran los siguientes:

 

* Ellos siempre quieren.

 

* Siempre terminamos juntos.

 

* El sexo debe surgir espontáneamente.

 

* Las mujeres tienen orgasmos cuando practican sexo oral.

 

* Es suficiente con la penetración para tener orgasmos.

 

* A todos los hombres les gusta todo.

 

Frente a personas que dicen tener sexo todos los días de la semana y durante horas, ser usuarios asiduos de juguetes sexuales, haber participado de tríos y anécdotas por el estilo, los que saben dicen que, generalmente, son exageraciones o mentiras lisas y llanas.

 

«¿Tener sexo todos los días toda la noche? Al principio de la relación puede ser… o de muy jovencitos… ¡y a veces! Los juguetes sexuales se compran mucho, pero no se usan… Y los tríos son una fantasía recurrente, pero llevarlo a la práctica… Es otra cosa», reflexiona Kullock, que así desarma y derriba una a una las frases que se dicen tantas veces con una bajísima cuota de sinceridad.

 

«Nos mentimos mucho, incluso entre nosotras, entonces llegamos a casa después de escuchar cómo los maridos de las otras las correteaban por toda la casa o las hacían acabar 20 veces… Y yo tengo problemas, y me falta tiempo, y no tengo ganas, y él prefiere ver fútbol… O no valora mi arreglo… Es como cuando vas a un hotel y la de al lado grita mucho más que nosotras, y pensás ´A mí no me hacen eso´, y él dice: ´Ella no grita así´ y nos frustramos», detalla Kullock, autora del libro Sexo, ponele ganas, recientemente editado.

 

Medidas imaginarias

 

Alicia Galloti refiere un viejo mito que, asegura, con los años y la información disponible, todavía sigue vigente. Se trata de comparar la calidad del orgasmo clitórico con el vaginal. «Hay quienes siguen opinando que existen dos tipos de orgasmo femenino, y que uno es mejor que el otro, aunque en realidad es el mismo», afirma Galloti.

 

«Que el tamaño del pene es importantísimo para la felicidad de las mujeres es otra de las ideas que no tienen sustento», desmiente el doctor Juan Carlos Kusnetzoff.

 

Otra de las preocupaciones más difundidas tiene que ver con los tiempos, como si hacer el amor fuese correr una maratón. Alicia Galloti dice que, entre las preguntas que le hacen a través de su página web se repiten: ¿Cuántos minutos deben durar los juegos previos? y ¿Cuál es el mínimo y el máximo del coito?

 

«Evidentemente, esas dudas sintetizan dos grandes mentiras: seguir considerando el coito como la práctica más importante y no como una más y, la otra, desconocer que el erotismo, la sensualidad y el placer no tienen reglas fijas ni recetas», puntualiza la especialista.

 

Saber disfrutar de la vida

 

En relación al goce de las mujeres, la desinformación también se expande al área de los multiorgasmos. «Muchas mujeres creen que experimentar un multiorgasmo es equivalente a experimentar un gran número de orgasmos a la vez, cuando en realidad esto sucede cuando la mujer tiene más de uno durante la práctica del acto sexual», explica Emilse Sica, brand manager de Prime, a partir de su experiencia en estudios referidos a la sexualidad de los argentinos.

 

«La mejor noticia es que cualquier mujer tiene la capacidad de ser multiorgásmica, y lo único que tiene que hacer para serlo es conocer muy bien su cuerpo y sus zonas erógenas», aconseja.

 

El «súper sexo» se presenta entonces como un objetivo a cumplir para muchos mujeres y hombres. «No deja de ser una imposición social», explica Sica.

 

«Hay un mensaje desde los medios que todo el tiempo nos está marcando ideales o prototipos muy lejanos de la realidad, la vida cotidiana y la rutina que la mayoría vivimos. Antes de exigirnos tener un súper sexo tenemos que empezar por permitirnos disfrutar en todos los órdenes de la vida. Si se logra esto, lo demás llegará solo, simplemente porque nos relajamos y nos permitimos ser felices», agrega.

 

Frente a la desinformación y las exageraciones ajenas propuestas por los medios, hombres y mujeres se cuestionan a sí mismos. «Las mujeres, sin duda, tenemos miedo de no saber, de no ser sexies, lindas, calientes. Y los hombres dudan de su potencia, de su rendimiento y de su capacidad de dar placer. Hay fantasmas tan profundamente instalados que a veces se necesita ayuda profesional para poder exorcizarlos», concluye Paola Kullock.

 

Los caminos en este sentido son variables; algunos acuden a un sexólogo, otros a libros y hay quienes toman el camino que en principio les resulta más sencillo: dejar de escuchar y empezar a disfrutar. // IPP

 

Fuente: Entremujeres.com

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