Fueron embajadoras internacionales de la belleza venezolana y se enorgullecen de ello. Pero Alicia Machado, Maritza Sayalero, Stefanía Fernández y Bárbara Palacios coinciden: Venezuela está en crisis y no es oportuno ahora hablar de concursos como el Miss Universo.
Aún faltan varios meses para el próximo certamen, pero las redes sociales han sido escenario en los últimos días de un debate sobre la conveniencia o no de que Venezuela participe en el Miss Universo cuando el país vive crecientes tensiones internas. La mayoría de los involucrados en el concurso guardan silencio, salvo algunas de sus reinas, que piensan que bajo las actuales circunstancias no es un tema prioritario.
“Un certamen de belleza es la cosa más superficial que existe sobre la faz de la tierra como para que ahorita Venezuela siga perdiendo el tiempo en prestarle atención a un concurso de belleza”, dijo Machado, Miss Universo 1996, a The Associated Press. “El país está en una desgracia nacional. No estamos para estar celebrando absolutamente nada. El país está fuera de control”.
Venezuela, que con siete coronas es el segundo país con más ganadoras del Miss Universo, sólo detrás de Estados Unidos, ha hecho de la belleza un culto y sus ciudadanos _sin importar su signo político_ suelen llenarse de orgullo cada vez que hablan de la hermosura de sus mujeres.
Pero lo que por meses ha mantenido la atención nacional e internacional del país sudamericano ha sido la crisis económica y política, reflejada entre otras cosas en una inflación creciente y el desabastecimiento de alimentos y medicinas, además de protestas casi permanentes contra el presidente Nicolás Maduro, a quien la oposición y decenas de gobiernos extranjeros acusan de intentar hacerse de un poder prácticamente ilimitado y despojar a Venezuela de los últimos vestigios de democracia.
“Es una tragedia”, dijo Machado en una entrevista telefónica reciente sobre la situación de su país. “El no participar en el Miss Universo es lo menos importante, lo menos trascendental”, expresó la también actriz radicada en Los Ángeles, quien participa como jurado en el programa de talento de Telemundo “Gran oportunidad”.
A finales de julio #MissVenezuela fue tendencia en Twitter, con mensajes que hablaban de una posible salida de Venezuela de la competencia. Hasta ahora, sin embargo, ningún organizador o autoridad ha dicho si Venezuela ha siquiera considerado no participar, pese al debate generado en redes.
La coordinadora de la organización Miss Venezuela, Yuraima Quintero, dijo que no tenía comentarios. La organización Miss Universo, que no ha informado la fecha ni el lugar del próximo certamen, no respondió a mensajes de la AP. Y el llamado “zar de la belleza” Osmel Sousa, que prepara a las jóvenes venezolanas, declinó una entrevista a través de su asistente.
De seguir todo en pie, Venezuela sería representada en la 66ta edición de Miss Universo por su actual reina de belleza nacional, Keysi Sayago.
En las calles de la capital venezolana hay quienes alientan la participación de su país en el máximo certamen de la belleza internacional, pese al entorno político y social.
“El concurso de Miss Universo y otros concursos es una manera de distraernos”, dijo José Hernández, vendedor en una tienda de accesorios de mujer en Caracas. “Va a ser muy triste para los venezolanos que este año no podamos ver una compatriota en este concurso, después de competir tantos años y ganar tantas coronas”, aseguró el hombre de 50 años ante esa posibilidad.
Su compatriota Yamilet Yanes, una secretaria de oficina de 36 años, coincidió. “Todas esas chicas que están viajando a competir en las olimpíadas, eso es un orgullo. Que se traiga otra corona otra venezolana es otro orgullo más”, consideró.
Aunque en la década de 1950 hubo varios años en los que Venezuela no participó en el Miss Universo, desde 1960 el país no ha faltado y se ha destacado no solo con siete coronas, sino con decenas de finalistas.
Para Maritza Sayalero, coronada en 1979 y que vive en México desde hace más de tres décadas, la ausencia de Venezuela en el concurso “sería un golpe bien bajo, bien duro”. Sin embargo, aclaró, “ahorita hay cosas más importantes que un concurso de belleza o una candidata”.
Una de las reinas anteriores no pudo ser contactada y dos más pidieron conocer las preguntas con anticipación, pero la política de AP es no adelantar ningún cuestionario a sus entrevistados. Bárbara Palacios, coronada en 1986, dijo que no era prudente hablar sobre el tema.
“Por la situación tan tensa y triste de estos momentos en nuestro país Venezuela, no quiero hablar sobre temas como el MU (Miss Universo) no es prudente”, expresó Palacios en un mensaje de texto en respuesta a un pedido de entrevista de la AP.
Stefanía Fernández, Miss Universo 2009, dijo que lamentaría si Sayago, la actual Miss Venezuela, no pudiera representar a su país en la competencia internacional, pero señaló, del mismo modo, que Venezuela “no está para hablar de certámenes de belleza”.
“La gente no tiene cabeza para pensar en un concurso de belleza, sino en cómo me levanto hoy para tener el pan de cada día”, expresó la joven de 26 años, quien vive en Bogotá y desde allá alienta campañas de recolección de alimentos y medicamentos para sus compatriotas.
2001