1. Ayúdale a coordinar su vestuario.
Hay muchos hombres que no saben combinar bien su ropa pero les fastidia muchísimo que le digas qué debe ponerse para una ocasión especial o que tal o cual prenda es un horror. Si puedes dejarle tranquilo con sus modelitos de fin de semana, mejor.Da tu opinión siempre con apuntes positivos como por ejemplo, la americana grafito te queda fenomenal, te estiliza mucho y pareces más alto. Échale un piropo cuando esté listo para salir.
2. Deja que sea protagonista en el sexo.
Es muy fácil caer en la trampa de la carrera por el orgasmo, esa competición en la que involuntariamente se busca el gran final. Para variar, dedícale una sesión sexual sólo para satisfacer sus deseos. Te da la posibilidad de observar sus preferencias y estudiar sus reacciones. Es una información muy valiosa para la próxima vez.
3. Halágalo.
Muchos hombres no se sienten nada cómodos recibiendo alabanzas, parece que no quieren oír cosas buenas sobre sí mismos. Da igual, dile lo bien que hace tal cosa, lo bien que ha solucionado tal situación o que menos mal que estaba en casa para arreglar… lo que sea. No es un «pero mira que eres lindo» – que no suelen encajar muy bien – escuchar de vez en cuando sus cualidades, subirá su autoestima.
4. Trátalo como un bebé cuando está enfermo.
Ya sabemos que los chicos son malísimos como enfermos y demandan atenciones constantemente. Pero por una vez (y sin que se acostumbre), prepárale una sopa, hazle zumos y quédate junto a él para hacerle compañía. Al atenderle cuando no se encuentra nada bien, se da cuenta que estás a su lado para lo bueno y lo malo. Hasta el tipo más duro quiere que le mimen cuando está malito. Muestran (y esto les cuesta mucho), su lado más vulnerable cuando sufren.
5. Una noche en la que sólo hable él.
Hay veces que no hace falta halagarle, prepararle su cena favorita o reconocerle sus proezas. Tan sólo con escucharle sin interrupciones y mostrar interés es suficiente (no vale oír y estar pensando en tus propios dilemas). Si él quiere charlar, aprovéchalo tú también. Si nota que eres receptiva, abrirá su corazón asiduamente, sin temor a ser ignorado.
Fuente: Cosmopolitan
