La visita a Venezuela de la misión enviada por la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, ha dejado una huella de decepción y engaño en un grupo de militares detenidos en cárceles de alta seguridad, publican medios internacionales.
De acuerdo a un reportaje del portal Infobae, en Venezuela hay cerca de 200 militares detenidos por delitos como traición a la patria, instigación a la rebelión y contra el decoro militar, quienes permanecen recluidos en cuatro prisiones:
-La Dirección General de Contrainteligencia Militar DGCIM.
-El Helicoide del la policía de inteligencia bolivariana (Sebin).
-Fuerte Tiuna de la policía militar.
-Ramo Verde, la única cárcel oficial para militares.
La comitiva de Bachelet visitó la cárcel de Ramo Verde el pasado 14 de marzo, donde los reclusos denuncian que el gobierno de Nicolás Maduro preparó un escenario para los delegados, con el fin de ocultar la realidad que viven en dicho centro.
“Prepararon un escenario para que se observara a varias personas jugando en la cancha, los llevaron por la lavandería y todo pintado y arreglado”, señala textualmente el artículo de Infobae.
En dicha cárcel hay militares detenidos tras la Operación David o algunos que apoyaron al piloto Oscar Pérez, muerto tras rebelarse al chavismo, a quienes los guardias les pidieron ir a sus celdas durante la visita de la comitiva de la ONU, algo a lo que se negaron.
“Desde las rejas les gritamos para que nos oyeran y nos atendieran; ellos se acercaron y le expusimos que somos secuestrados políticos,que hay retardo procesal, que han habido torturas entre otras cosas”, revela uno de los detenidos.
De acuerdo a los testimonios reportados por el citado medio, un preso “les enseñó su boleta de excarcelación. La Comisión de la ONU tomó foto del documento. Todo eso se hizo de una reja a otra, mientras ellos iban saliendo. Un general que los guió, le dijo a la Comisión: ‘ya cumplieron’ ‘ya se hizo lo que venían a hacer’, los estaban presionando para que salieran. La Comisión nos dijo que nos iban a atender a una persona por caso, pero nunca lo hicieron”.
Dirección General de Contrainteligencia Militar
Un grupo importante de militares está detenido en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DCIM), especialmente aquellos acusados de los delitos como instigación a la rebelión, traición a la patria y/o contra el decoro militar.
Según el reportaje, en el centro de detención de esta unidad iniciaron hace algunas semanas un proceso de remodelación preparándose para la visita de la delegación de la alta comisionada para los DDHH de la ONU, aunque Bachelet confirmó este viaje recién el 6 de marzo.
En las últimas semanas se habrían sacado “los tigritos” o celdas de torturas, también el “cuarto de los locos” o el “dormitorio del terror”, que eran habitaciones totalmente oscuras.
El artículo menciona que todo luce remodelado, mientras los trabajos de reparación continúan, aunque todas las obras se han hecho con los reclusos presentes, sin considerar a quienes están enfermos o presentan problemas de salud y sin recibir atención médica.
Los presos habrían estado al menos tres meses sin ver la luz, debido a que las celdas están en el sótano del lugar. Pero una vez anunciada la visita del equipo de Bachelet los reclusos fueron llevados a las terrazas del edificio, donde las autoridades habrían grabado un video de los detenidos para mostrar que tenían lugares de esparcimiento.
En aquella ocasión, los guardias habrían hecho revisión a las celdas de los presos, en particular del exgeneral y exministro chavista, Miguel Rodríguez Torres, y uno de los pocos con cuarto “propio”. De acuerdo a testigos, habrían llevado a dos mujeres para que en su habitación hallaran evidencia de su conspiración contra Maduro.
Condiciones de los presos
Los detenidos suelen defecar y orinar en bolsas plásticas, debido a la falta de alcantarillado e infraestructura, además lo hacen en las mismas habitaciones donde duermen. No les permiten tener objetos personales (como fotografías) o guardar algún libro, incluida la Biblia.
Igualmente, las condiciones de los presos en la DGCIM han mejorado en los últimos meses, tras la salida del coronel Rafael Franco Quintero como encargado del centro de detención. Durante su administración, los reclusos lucían con la cabeza rapada y extremadamente flacos, reporta Infobae.
La misión de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU tiene como objetivo definir si en Venezuela están las condiciones para que Michelle Bachelet, en el mencionado rol, pueda visitar el país y verificar la situación a nivel de crímenes de lesa humanidad.