«Los que quedamos vivos nos hicimos los muertos», contó uno de los cinco sobrevivientes de la emboscada guerrillera. Diez uniformados murieron. Uno fue secuestrado
«Todo fue muy rápido, empezaron a lanzar granadas y a disparar. Algunos compañeros murieron instantáneamente. Los que quedamos vivos nos hicimos los muertos, pero a algunos heridos los patearon para ver si estaban vivos y los remataron porque gritaban de dolor».
Así narró lo que vivió uno de los cinco soldados campesinos heridos en el ataque del Ejército de Liberación Nacional en zona rural de Norte de Santander en la frontera con Venezuela.
La segunda guerrilla de Colombia mató a diez militares y dejó heridos a otros cinco, luego de un cruento ataque de los rebeldes a una patrulla en el caserío Presidente.
La tropa fue atacada «de manera indiscriminada» con artefactos explosivos artesanales (tatucos y cilindros) lanzados contra la patrulla.
El comandante de la Segunda División del Ejército, general Juan Pablo Amaya, señaló a periodistas que los heridos están siendo atendidos en el Hospital de Pamplona, al tiempo que responsabilizó al ELN de lo que le pueda pasar al uniformado que fue plagiado.
Los rebeldes también se llevaron 13 fusiles, un lanzagranadas múltiples y una ametralladora.
Desde Cali, capital del departamento del Valle del Cauca (suroeste), sede de la VII Cumbre de la Alianza del Pacífico, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dijo a través de su cuenta en Twitter que dio «instrucciones a los comandantes que persigan sin contemplación al ELN y que no dejen el asesinato de nuestros hombres sin castigo».
Tras el ataque del ELN al Ejército, desde Bogotá se ordenó un fuerte operativo que incluye aviones, helicópteros y el envío de más de 400 soldados para dar con el paradero de los guerrilleros que perpetraron la acción, la más sangrienta de ese grupo en lo que va corrido del año.
El revés militar se registra en medio de los diálogos de paz que adelanta el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en Cuba.
De este proceso no forma parte el ELN, que, sin embargo, ha manifestado en varias ocasiones su disposición de emprender un proceso de negociación e incluso, ha dicho que ya tiene su equipo negociador.
En abril pasado, Santos dijo que esperaba iniciar «más pronto que tarde» un diálogo de paz con el ELN. Sin embargo, no precisó si ya hay acercamientos con esta guerrilla, ni abordó temas como el posible lugar de un eventual diálogo.
Según datos del Gobierno colombiano, las FARC tienen actualmente unos 7800 hombres, en tanto que el ELN no llega a los 1500 combatientes.
Fuente: Infobae