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Mijaíl Gorbachov

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Mijaíl Gorbachov



 
 
 
Mijaíl Gorbachov puede ser recordado como el último gran líder de la Unión Soviética, la misma que él ayudó a desmembrar. Sin embargo, fue su claridad intelectual y sus virtudes como hombre de Estado que pensaba en el bienestar de los pueblos lo que lo hicieron pasar a la historia mucho antes de morir el martes 30 de agosto de 2022.

 

 

Este líder soviético, autor de la perestroika y la glasnot, no obstante, era considerado por muchos en su país como el responsable de la desaparición de todo el poderío ruso. Entre ellos está Vladimir Putin, el actual presidente de Rusia, que todavía no ha decidido si asistirá a las exequias, si serán con honores de Estado o si será una ceremonia simple.

 

 

Rusia está en medio de una guerra por anexarse uno de aquellos países que optaron por definir su propio destino una vez que Gorbachov les diera esa oportunidad a todos los satélites que componían la Unión Soviética. Después de aplicar sus reformas económicas (perestroika) mucho más cónsonas con el resto del mundo y alejándose un poco del comunismo ortodoxo; y de hacer a los soviéticos más libres en cuanto al acceso a la información, la tolerancia de credos y la transparencia en la administración pública (glasnot), decidió que era tiempo de que las libertades se expandieran por todo el territorio, incluso la autodeterminación. Y con eso pasó a la historia porque incluso fue el primer paso para la caída del Muro de Berlín.

 

 

¿Cómo no decirle adiós de manera pública y sentida a un hombre tan significativo para la historia de finales del siglo XX? Se merece honores del Estado ruso porque les dio la oportunidad a muchos pueblos de asumir las riendas de sus propios países. Que Rusia no haya tomado buenas decisiones después de su gestión es otra cosa, pero es absurdo que lo culpen de haber destruido algo que estaba a punto de caer por su propio peso. Esperemos que Putin sepa verlo de esta manera, aunque es sabido su deseo de volver a la grandeza del imperio soviético regido por un solo pensamiento y una mano fuerte, cosas a las que Gorbachov se negó siendo presidente.

 

 

Las decisiones que tomó Gorbachov en nombre de su gobierno no fueron fáciles, pero las consecuencias se sintieron en el mundo entero. Lo que por años se conoció como Guerra Fría simplemente llegó a su final. Él se encargó de abrir Rusia a nuevas relaciones con las que llegó a firmar tratados con los presidentes estadounidenses Ronald Reagan y George Bush, ordenó la retirada de Rusia de Afganistán. Por su manera de ser caballerosa y elegante le cayó bien hasta a Margaret Thatcher. Y por todo esto fue acreedor del Premio Nobel de la Paz.

 

 

“A pesar de todos los males y miserias actuales, los rusos, y en general la gran mayoría de los ciudadanos de los países de la ex órbita soviética, prefieren vivir en una sociedad libre y democrática, como la que hoy disfrutan, a la situación que vivían bajo el comunismo. Ese es el marco en el que puedo encuadrar mi responsabilidad en mi etapa como exmandatario de la Unión Soviética”. Esas fueron sus palabras para explicar su aporte a un cambio tan trascendental en el mundo.

 

Editorial de El Nacional

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