¿Declive, viejo o exceso de lesiones? Cualquieras de esos adjetivos eran utilizados cuando Miguel Cabrera se encontraba en un mal momento ofensivo. Sin embargo, el inicialista de los Tigres de Detroit solamente necesitó una semana para despejar las dudas y colocar sus estadísticas en los niveles que acostumbra.
Después de todo, Cabrera liga para un tórrido .365 con 5 cuadrangulares y 13 carreras remolcadas en sus últimos 15 encuentros, rendimiento que no solo ha permitido que los bengalíes recorten diferencia en la división Central, sino para mejorar sus numeritos individuales.
Es necesario recordar, que el venezolano llegó a presentar serios problemas en el plato y batear solo para .205 (9 de 44), sin jonrones, con solamente 2 impulsadas y 11 ponches en los primeros encuentros de julio. “Ha tenido un poco de mala suerte”, aseguraba el mánager Brad Ausmus a MLB.
Pero la fortuna comienza a reír de nuevo y ahora proyecta cerrar la temporada con las estadísticas que todos sus aficionados piden. Si mantiene su ritmo actual, Miguel Cabrera terminará el 2016 con .303 de promedio, 35 cuadrangulares y 102 carreras impulsadas, numeritos que van más acorde con el nivel que tiene el aragüeño.
“Era solo cuestión de tiempo con ´Miggy´”, afirmaba Ian Kinsler sobre el despertar del ganador de dos MVP. “Es el mejor bateador por una razón, y él va a continuar haciendo swing”, concluía su compañero de equipo.
Y vaya que Cabrera ha desplegado esa etiqueta de ser uno de los mejores jugadores ofensivos en la última semana. El criollo es fácilmente un candidato para ser el Jugador de la Semana, ya que dejó promedio de .429 con 4 jonrones y 9 remolcadas en los últimos 7 encuentros.
Meridiano