Las relaciones íntimas es algo que definitivamente todo el mundo debe probar, ¿por qué? Porque es parte de nuestra naturaleza, de la misma manera también provienen de ella algunos temores.
Así que si alguna vez has sentido uno de ellos, no te sientas culpable o anormal; es parte importante de nuestra sexualidad.
Aquí te dejamos los más comunes.
Toma nota
Embarazo. ¿No se pusieron condón? Con mucha razón ese temor. Aunque lleves el método del ritmo y estés 99.99% segura de que no estás en tus días fértiles, siempre existirá ese ligero pánico de que tus óvulos se hayan alocado y te puedan dar una sorpresa. En cuanto a los hombres, ese mini paro cardiaco que les da cuando escuchan la frase: ‘No me ha bajado’, seguro que no se lo desean ni a su peor enemigo.
Enfermedades de Transmisión sexual. Cualquier síntoma y ya estamos con el ¡SOS! Además, nos volvemos hipocondriacos, creemos que ya estamos enfermos de cualquier cosa (aunque hayamos usado condón). Este es un temor que siempre existirá, ¡ay mamá!
Enamorarse. Y si tu relación es ‘casual’, ni qué decir del miedo a caer renid@ a los pies de tu pareja, que definitivamente es algo que a muchos les pasa, pues no buscan ningún tipo de compromiso y se la pasan huyendo de la flecha de cupido.
Fallarle a la pareja. Vemos películas donde los protagonistas son todos unos máster del deseo y nos creamos expectativas muy altas, recuerda que son actores, no superhéroes y tampoco hacen maravillas, ni malabares, con su pareja.
A ser descubiertos. Donde sea que estés, siempre va a estar esa alarma encendida con el miedo de que tus padres, amigos, se den cuenta de que estás echando rienda suelta de tu pasión desbordada al mero estilo Anastasia Steele y Christian Grey. El oso de tu vida.
Fuente: Veintitantos
