Las prisiones están repletas desde que el país comenzó su campaña de ataque directo a las bandas mafiosas, que trasladaron a su interior las luchas que libraban afuera
Las estadísticas fueron confeccionadas por el Informe sobre el Sistema Penitenciario en México 2013, elaborado por las organizaciones Asilegal, Documenta y el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría.
La investigación detectó que de las 420 cárceles existentes, 220 están superpobladas. El caso extremo es el de algunas prisiones del Distrito Federal en las que hay hasta 40 prisioneros por celda, lo que los obliga a dormir colgados de sogas.
La principal causa del fenómeno sería la guerra desatada entre el Estado mexicano y las bandas narco durante el gobierno del ex presidente Felipe Calderón. Como parte de la estrategia desplegada por las fuerzas de seguridad aumentó el número de operativos y, consiguientemente, de criminales encarcelados. Además se impuso un nuevo abordaje judicial por el que se incrementó el uso de la prisión preventiva.
La consecuencia más preocupante del fenómeno es que las cárceles se fueron convirtiendo paulatinamente en territorio de las mafias, que trasladaron a su interior sus métodos y conflictos.
Mientras que en 2008 se registraron 22 incidentes en prisiones federales, en 2012 el número subió a 74. En cárceles estatales y municipales la cantidad de internos vinculados en hechos violentos pasó de 829 entre 2008 y 2009, a 3.681 entre 2010 y 2011.
Fuente Infobae
