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Lionel Messi comenzó el año en el banco de suplentes, con una derrota ante Real Sociedad y envuelto en una pelea con su entrenador Luis Enrique que parecía mudarlo de Barcelona a Londres. Sin embargo, motivado por elBalón de Oro obtenido por Cristiano Ronaldo en la gala de la FIFA, comenzó a brillar y desaparecieron los problemas.
Los 10 goles (6 por Liga y 4 en Copa del Rey) en sus últimos ocho partidos y la acumulación de victorias del Barça destacan a «La Pulga» por sobre CR7, quien comenzó 2015 con un pobre registro de cuatro goles y una asistencia en siete juegos.
Semanas atrás, Ronaldo perdió la cabeza ante el Córdoba y se quedó afuera dos partidos por una expulsión. Y a la hora de regresar, sufrió el 0-4 ante Atlético de Madrid en el Vicente Calderón. Para colmo, la separación con Irina Shayk, su aparición en la prensa rosa y su fiesta de cumpleaños que salió a la luz llegan en un mal momento.
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El luso era goleador indiscutido de la Liga española, pero Messi ya se ubicó a sólo cinco gritos con sus 23 anotaciones en la temporada. Además, el Barça del argentino ya es escolta a sólo un punto del Madrid con la misma cantidad de partidos disputados.
Luego de un mes cambiante, Messi ya no parece tan interesado en marcharse del Barcelona, aunque lo siguen vinculando con el Chelsea de José Mourinho. Y Ronaldo ya no parece tan cómodo en el Madrid.
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