El argentino no piensa en «jugar en otro lado» y celebra la «libertad» que le da Luis Enrique sobre el césped
La primera aparición de Leo Messi ante la prensa fue a principios de octubre y en un acto promocional de una conocida marca de cuchillas de afeitar. Cuando llega a Europa, el argentino se limita a jugar y acota al máximo sus comparecencias públicas. La frecuencia es discutible, tratándose de un futbolista de su nivel, pero sus declaraciones siempre aportan pistas. Por ejemplo, se detecta en Messi cierta satisfacción por la llegada de Luis Enrique al banquillo del Barça.
«Tengo mucha libertad sobre la cancha. Me dijo el técnico que me moviera por donde quisiera», aseguró el delantero, que por ahora es el único azulgrana que ha disputado todos los minutos oficiales. No quiso profundizar en las diferencias entre el asturiano y su predecesor, Gerardo Martino, con el que se reencontrará en la próxima convocatoria de la selección argentina, aunque sí que pronosticó buenos tiempos en el Camp Nou: «Vamos por el buen camino y tenemos margen de mejora. Cuando agarremos todo lo que el entrenador quiere que hagamos, todo irá mejor».
Messi respondió algunas preguntas sobre Neymar, con el que forma una dupla mucho más prolífica que el año pasado. «En cualquier momento conseguirá ser el mejor del mundo, por las condiciones que tiene. Puede llegar donde quiera. ¿Conexión con él? Jugamos más cerca que el año pasado y eso hace que contactemos más», afirmó sobre el paulista, otro beneficiado directo de la nueva forma de atacar que plantea el Luis Enrique. «En años anteriores jugábamos con extremos más abiertos y ahora cambié mi forma de jugar porque los delanteros jugamos por dentro», analizó Messi, quien a la vez que vinculó el cambio de sistema a su confirmación como principal pasador del equipo: «Jugar así te da más opciones de dar asistencias que con extremos».
Por otra parte, el rosarino celebró la rápida adaptación de los nuevos fichajes del Barça, tranquilizó a los que aún dudan sobre su futuro («no tengo pensado ir a jugar a otro lado», dijo) y volvió a quitarle hierro a su eterna lucha con Cristiano Ronaldo: «No compito contra él ni mucho menos. Hago mi juego y mi trabajo y no me interesa competir contra él ni contra nadie». Por último, Messi relativizó sus eventuales vómitos durante los partidos -«No pasa nada, no hay problema», afirmó- y confirmó su compromiso con Argentina: «Sé que se ha especulado mucho, pero estoy muy contento de jugar con mi selección».
Fuente: ABC.es