En los próximos diecinueve días el Barcelona disputará un total de seis partidos que pueden decidir una temporada en la que su entrenador, Luis Enrique Martínez, ha cumplido a rajatabla una política de rotaciones que ha aplicado a todos sus jugadores a excepción del argentino Leo Messi.
El delantero rosarino ha completado 20 de los últimos 21 encuentros disputados, acumulando un total de 1.800 minutos, unas cifras sensiblemente superiores a las completadas por sus compañeros en la delantera Luis Suárez y Neymar, que en los últimos tres meses de competición han disputado 1.608 y 1.506 minutos, respectivamente.
«No he tenido la tentación de cambiar a Messi», contestaba anoche Luis Enrique Martínez cuando se le preguntaba por la decisión de mantener al ‘diez’ en el campo con el partido ante el Almería (4-0) resuelto.
Su equipo disputó en el Camp Nou la última etapa llana antes de la ascensión a un puerto de montaña de primera categoría en el que sus pupilos deberán verse las caras con el Sevilla, Valencia, Espanyol y Getafe en la Liga, así como sortear la eliminatoria de cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Paris Saint Germain.
Por ello, ante el equipo de Sergi Barjuan -antepenúltimo clasificado en la competición doméstica- el preparador asturiano aplicó su libreto de rotaciones. Dejó a Gerard Piqué, Neymar e Iniesta en el banquillo para dar entrada a Bartra, Pedro, Xavi y Sergi Roberto, este último en sustitución del sancionado Sergio Busquets.
Una revolución que no afectó a Leo Messi, que desde la suplencia en el naufragio de Anoeta (1-0) lo ha jugado prácticamente todo. El argentino solo ha descansado en la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey contra el Elche disputada el 15 de enero.
Fuente: Meridiano
