La deuda venezolana abrió el jueves ligeramente a la baja y el mercado se mantenía cauto ante la perspectiva de una devaluación y un aumento de la gasolina más barata del mundo, medidas que fueron adelantadas en la víspera por el presidente Nicolás Maduro. El mandatario, bajo presión por la recesión, la escasez y los altos precios, se decantó por mantener -al menos provisionalmente- un sistema de cambio controlado operado con tres mecanismos, que incluye una tasa de fuertemente subsidiada para la compra de alimentos y medicinas.
No obstante, su Gobierno introducirá modificaciones que aumentarían el tipo de cambio para el resto de importaciones. Por otro lado, Maduro dijo que es necesario subir el precio de loscombustibles, una medida que tradicionalmente ha sido un detonante de protestas en el país petrolero.
Economistas habían recomendado una receta similar para aplacar la necesidad de fondos del país, en caída libre tras el desplome de los ingresos petroleros, fuente del 95 por ciento de los dólares que entran al país.
Pero la falta de detalles sobre el funcionamiento y las tasas de cambio que tendrán los dos nuevos mecanismos cambiarios anunciados, limitaban los comentarios y reacciones del mercado.
Maduro dijo que sus ministros del área ahondarán en el asunto, pero no mencionó cuándo.
El bono Global 2026 encabezaba la lista de las pérdidas, con caídas de 1,3 puntos hasta los 34,910-35,490, para un rendimiento de un 35 por ciento.
Mientras, el papel con vencimiento al 2027, considerado el referente del mercado, perdía 0,35 puntos para tocar valores mínimos desde 2009 y rendimientos de hasta un 28 por ciento.
«No queda claro si estas medidas contendrán la crisis económica y reducirán suficientemente la balanza de pagos y la presión sobre los cumplimientos de deuda», dijo la firma Jefferies, en un nota a clientes.
No obstante, analistas vieron con optimismo la creación de un tercer mercado operado por corredurías públicas y privadas que, según lo dicho por Maduro, emularía un mecanismo de flotación libre que existió hasta 2010.
Según analistas, este tercer mercado podría reemplazar al paralelo que, a pesar de no ser usado por el grueso de la economía, ha servido de referencia en los últimos años.
«Esto puede introducir cierto dinamismo en el mercado, activar levemente el sector de servicios que circulaba alrededor de casa de bolsa y sociedades de corretaje y frenar el paralelo -aunque levemente», consideró Diego Moya-Ocampos, analista de IHS.
Reuters