¿Qué se puede esperar de la memoria de un mentiroso compulsivo? Seguramente que el presidente de la Asamblea Nacional de 2020 debe tener una explicación científica del comportamiento de la memoria de una persona que está acostumbrada a decir puras falsedades, pero eso no es lo que interesa en este momento. Sobre todo porque no se trata de una enfermedad mental, pues inventa los cuentos completamente consciente y además sin importarle que se los descubran. Total cinismo sí es.
Por eso, ¿quién le puso atención a la puesta en escena del sábado en el Hemiciclo de la Asamblea? Los periodistas, claro, tarifados e independientes, para poder hacer su trabajo. Y más nadie, porque de antemano se sabía que no era una Memoria y Cuenta seria, sino una que prepararon en Miraflores para burlarse una vez más de los venezolanos. Un comportamiento completamente psicótico, ¿verdad, presidente diputado?
Mejor se obvia la parte en la que afirma el presidente Nicolás Maduro que la economía venezolana se ha recuperado gracias a la puesta en marcha de los 17 motores (que tiene él en su cabeza). Pero lo que sí hay que anotar es que ya no puede echarle la culpa a las sanciones, porque dijo que su gobierno logró estos resultados a pesar de las “sanciones”. Así que en adelante no tiene excusas.
Lo que sí es un buen ejemplo de lo que le gusta engañar a los venezolanos son las cifras de pobreza que mencionó en su discurso. “En el año 2021, en los indicadores de pobreza logramos una mejoría sustancial, importante, trabajada; de disminuir la pobreza general de 18,4% a 17,7%, en medio de la recuperación milagrosa que estamos logrando. Y la pobreza extrema, medida con esta metodología de la Organización de Naciones Unidas, se mantuvo al mismo nivel que el año 2021, 4,1%”, dijo fingiendo orgullo de un logro ficticio.
La desfachatez es tremenda, porque a Maduro no le importa que los números de la pobreza puedan contrastarse fácilmente con los que arroja el serio trabajo que hace todos los años la Universidad Católica Andrés Bello y que se publican como Encuesta de Condiciones de Vida. Más de 90% de los venezolanos vive en pobreza; 2 de cada 10 venezolanos ha confesado que pasa al menos un día sin comer. Y esas cifras están al alcance de cualquiera que desee consultarlas en Internet. No así las de la administración pública, que se han convertido en una caja negra para los medios.
En estas últimas dos décadas han intentado que la información oficial no sea cuestionada. Que todo el mundo diga: ¡Amén! En la Asamblea todos aplauden, ¡no faltaba más! Pero deberían de respetar no solo a los reporteros que quieren dar una información veraz, sino a la población en general que sabe que le están mintiendo. Con una bolsa CLAP y bonos y pensiones de 7 bolívares nadie, óigalo bien señor Maduro, nadie puede sobrevivir a esta crisis.
Solo una persona con demasiado cinismo puede ser capaz de sostener semejante mentira. Y solo un gobernante sin empatía intenta pasar como un héroe ante el sufrimiento de los pobres.
Editorial de El Nacional