Donald Trump besa a su mujer Melania tras salir al escenario durante la fiesta electoral organizada por sucampaña en el New York Hilton Midtown de Nueva York.SHAWN THEWEFE
Natal de un pequeño pueblo de Eslovenia, Melania Trump, repite algo que no se ve desde principios del siglo XIX: será la segunda mujer nacida fuera de EE.UU. que se convierte en first lady.
Melania Trump es la antítesis de su marido Donald, en cuanto a personalidad se refiere. Ella se muestra discreta, siempre intenta mantener un tono sosegado y evita involucrarse en polémicas.
La exmodelo tiene más en común con Michelle Obama, o al menos, en eso se han centrado sus esfuerzos en estos últimos meses. Melania plagió el discurso de la hasta ahora primera dama en un mitin en Cleveland.
En 2008, en su discurso en la Convención Demócrata de Denver, Michelle decía: » Barack y yo fuimos educados, como tantos otros, en los mismos valores: que tú trabajas duro por lo que quieres en la vida; que tu palabra te compromete y que haces lo que dices que vas a hacer; que tratas a la gente con dignidad y respeto, aunque no la conozcas e incluso aunque no estés de acuerdo con ella».
Y en julio de este año, en su discurso ante la Convención Republicana en Cleveland, Melania imitaba diciendo: «Mis padres me marcaron con la idea de que tienes que trabajar duro para conseguir lo que quieres en la vida. Que tu palabra te compromete y que haces lo que dices y cumples tu promesa. Que tratas a la gente con respeto. (Mis padres) me enseñaron que debo mostrar mis valores y mi moral en mi vida. Ésa es la lección que yo sigo transmitiendo a nuestro hijo».
La eslovena fue acusada de plagio y fuertemente criticada; hoy observamos que los estadounidenses no han tenido muy en cuenta este hecho, ni otros muchos, a la hora de acudir a las urnas para ejercer su derecho al voto.
No obstante, se ha mojado cuando lo ha considerado oportuno, tras la publicación de las grabaciones en la que Donald Trump aprobaba las agresiones sexuales, Melania se pronunció en su contra en su perfil de una red social, y también declaro: «Le dije a mi esposo que ese lenguaje es inapropiado. No es aceptable. Y quedé sorprendida, porque no es el hombre que conozco».
En la última semana de campaña, pidió el voto de las mujeres en el estado decisivo de Pensilvania, como siempre en su línea, midiendo al máximo sus palabras, todo lo contrario a lo que acostumbra a hacer su marido.
La exmodelo de 46 años ha tomado protagonismo en contadas ocasiones, por norma general se ha mantenido lo más alejada posible de los focos, cediéndole el papel principal a Donald Trump y a Ivanka, hija del primer matrimonio del multimillonario y una de sus imprescindibles asesoras.
Melania Knauss, su apellido real, creció en un modesto pueblo cercano a Sevnica (Eslovenia), que entonces formaba parte de la República Federativa Socialista de Yugoslavia (RFSY), disuelta en 1992 con la Guerra de los Balcanes.
En los últimos días también ha sido acusada de ser una inmigrante ilegal, hecho que hizo tambalear el discurso de su marido. Tras comenzar su carrera de modelo en Milán y París, se mudó a Nueva York en 1996. Cinco años más tarde obtuvo la residencia permanente y en 2006 se naturalizó estadounidense. Según el Informe de Associated Press, entre el 10 de septiembre y el 15 de octubre de 1996 le pagaron 20.056 dólares por realizar varios trabajos de moda para firmas entre las que se incluyen Fitness magazine y Bergdorf Goodman. Por entonces, tenía permiso parar residir en el país pero no para realizar trabajo remunerado.
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NAYARA MATEO DEL CERRO@NayaMateo
