La actriz Megan Fox es la estrella del verano con dos películas: en julio llega a los cines «Un plan perfecto» y en agosto «Las Tortugas Ninja». A sus 27 años, la actriz presenta una comedia sobre cómo los hijos alteran las vidas de los padres primerizos: «Siempre he querido tener hijos, para mí era importante encontrar el momento adecuado». La maternidad marca un antes y un después en su vida. «Tener hijos me ha cambiado completamente. Siento que estoy viviendo en un cuerpo totalmente diferente; mi pelo está distinto, mi piel también, mi cuerpo responde de otra manera a la comida y el ejercicio, pero me siento mucho más sana ahora. Me hace sentir que tengo más fuerza. Me siento muy feliz de tener a mis dos hijos».
A nivel emocional, advierte, le ha ayudado a reacomodar sus prioridades: «Mis hijos son lo único en lo que pienso la mayor parte del tiempo. Siempre he sido bohemia, espiritual y hippie y haber tenido a mis hijos ha magnificado todo esto muchísimo porque soy consciente de esta conexión y de que soy responsable de esa alma que me escogió para ser su madre. Mi meta es tratar de guiar a mis hijos para que descubran su camino por sí solos, que descubran qué quieren ser y qué necesitan, que yo sepa conseguir la mejor versión de ellos mismos. Ser madre me ha enseñado a ser altruista con mis cosas, mi vida y mi tiempo. Ha hecho que reconsidere mi carrera porque quiero pasar todo el tiempo que pueda en casa y solo acepto proyectos que se adapten a mi ritmo de vida. Aunque puedo llevar a mis hijos al trabajo, los sets no son el mejor lugar para educar a tus hijos».
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