Cuatro agresiones graves en dos meses han sufrido especialistas y residentes del Victorino Santaella, quienes alzaron su voz en rechazo a la inseguridad reinante en el centro de salud.
Tras una reunión efectuada en el piso 11, los médicos coincidieron en que hay “temor, desidia e indolencia”, especialmente por parte del director encargado, Guillermo Puche, quien a su juicio no ha mostrado mayor interés en la problemática.
Marisel Gallardo, jefa del Servicio de Cirugía II, en representación de sus colegas, expresó que la falta de seguridad es un problema, “no un juego”, puesto que los ataques en contra de los especialistas son cada vez más recurrentes.
“La primera de esas cuatro agresiones fue en mi guardia. Ingresaron dos cadáveres y dos heridos; a los minutos entró un sujeto y acuchilló a uno de los pacientes hasta darle muerte en el área de cirugía menor”.
Los doctores recordaron que la noche del sábado se produjo otro hecho, en el cual resultó lesionado un residente, a quien un paciente que no atendió de inmediato le cayó a golpes.
Ante este incidente, convocaron a una asamblea en el auditorio, pero el director negó la autorización, ya que “no quería escándalos ni bochinches”, por tal motivo cambiaron de lugar.
Hicieron saber su descontento con la actitud asumida por Puche. “No puede negarle al cuerpo médico utilizar las áreas del hospital en el que trabajamos”.
“Estamos desamparados”
Manifestaron sentirse desamparados, debido a que “el personal seguridad se queja de que ellos solos no pueden, y los guardias nacionales dicen que son una fuerza preventiva, mas no represiva”, refirió uno de los especialistas.
Criticó que se atropelle a los residentes y nadie diga nada. “Tenemos entendido que los milicianos acompañaron al agresor hasta la puerta y este agarró su moto y se fue, mientras que la respuesta del director fue que iba a averiguar porque a lo mejor el médico tuvo la culpa”.
Recordó los altercados que han tenido con los funcionarios de seguridad, quienes a su juicio, en vez de ayudar, entorpecen en ocasiones sus labores. “El personal del Dibise no está entrenado para trabajar en áreas médicas o procedimientos, y a veces quiere entrometerse”.
De manos atadas
Gallardo enfatizó que la acometida a los médicos se debe a diversas causas, entre ellas la falta de doctores, enfermeros, vigilantes e insumos elementales en una emergencia.
“Cuando se hace un trabajo entre tres, no se puede asistir a más de un paciente a la vez. Además, después de cierta hora de la noche solo se queda una enfermera encargada de colocar tratamiento y de las salas de cirugía menor, reanimación, observación de adultos y otras”.
El grupo destacó que la inseguridad en el recinto refleja la situación que vive el país y se preguntó si están esperando que maten a algún médico o personal de seguridad para actuar.
“No tenemos cómo atender”
Reiteraron que el Victorino es un hospital de referencia, lo que quiere decir que deben recibir a los pacientes que vienen de otros sitios; sin embargo, “tenemos que estarlos rebotando porque no hay insumos”, enfatizó otro denunciante.
Indicó que los casos que remiten con mayor frecuencia son politraumatismos, problemas graves por falta de laboratorio y servicio radiológico, pacientes con cáncer y con enfermedades crónicas”.
Con respecto a los materiales, señaló que las fallas son graves, puesto que “a una enfermera le dan una caja que contiene 100 inyectadoras para todo el hospital y le dicen que tiene que usar la misma para pasarles tratamiento a todos los pacientes, y esto no puede permitirse porque son desechables”
Consideró que las áreas más críticas son la emergencia, que incluye sala de partos, terapia intensiva, quirófanos, neonatología, entre otras. “Esto es un círculo vicioso donde lo único que nos dicen es que no hay y por eso el hospital está técnicamente cerrado”.
En el caso de las cirugías electivas, afirmó que están suspendidas. “Se están operando solamente emergencias y dentro de ellas, los casos realmente graves que no pueden ser referidos”.
Médicos integrales quedarán a cargo
Gallardo recomendó que debería haber más residentes que especialistas; no obstante, esto no se cumple, motivado a que a los residentes asistenciales no los han llamado a concurso desde el año pasado.
“También se llamó para concurso de posgrado, pero el problema es que no es universitario. Supuestamente tiene las bases de la Rómulo Gallegos, pero no lo tenemos por escrito, no está aprobado”.
Advirtió que los rurales terminan la semana que viene su año de labor, por lo que el HVS quedará en manos de los Médicos Integrales Comunitarios. “Pero no tienen la preparación para trabajar en un recinto asistencial”.
“Si nos quedamos sin residentes, por lo menos el servicio de cirugía tendremos que cerrarlo porque no podremos atender, pues un cirujano debe contar al menos con un ayudante”.
Del mismo modo, criticó que la nómina, pese a que es enorme, está diseminada. “Se han llevado al personal, y a esto se suma la cantidad de trabajadores que están de reposo. Por si fuera poco, el director nos dijo que el presupuesto que estamos manejando es del 2007”.
Los bajos sueldos fueron otra de las quejas y los calificaron como “una miseria”. “Los especialistas podrían ganar hasta Bs. 7.000 y eso porque hacemos guardias y a veces nos redoblamos los fines de semana y feriados hasta por 24 horas. Nuestra carga horaria es mayor a la establecida en la normativa laboral”.
Aunque descartaron la paralización del hospital, seguirán insistiendo hasta que sus quejas sean escuchadas. “No podemos abandonar nuestros puestos de trabajo ni cesar las actividades, por lo que continuaremos recibiendo estrictas urgencias, refiriendo a los pacientes y tratando de que no nos ataquen”.
Fuentes: Diario Avance
Foto: Andreina Alemán
