El fin de semana fue aterrador para los médicos de guardia del Hospital Vargas de Caracas.
Tanto el sábado como el domingo, colectivos armados irrumpieron en la sala de emergencia del centro de salud para exigirle a los galenos que atendieran a los heridos que estaban llegando.
El sábado ingresó un joven muerto, producto de recibir un disparo en la cabeza, y al día siguiente la historia se repitió, cuando los encapuchados llegaron con armas largas y cuatro heridos de bala. Tres de ellos fallecieron.
Todas las víctimas eran residentes del sector San José de Cotiza, donde arreciaron los enfrentamientos entre colectivos armados de la zona y las adyacencias. Residentes dicen que todo ocurre por el control de la droga. Nadie dice más.
La noche del domingo, el personal de guardia se escondió por miedo a un ataque tras el ingreso de los colectivos.
Sin embargo, los sujetos armados, vestidos con chaquetas rojas y negras, chalecos antibalas y encapuchados tocaron puerta por puerta buscando a los galenos. Los paramilitares decían que ellos estaban «prestándoles seguridad».
«Habían ocurrido otros episodios de inseguridad pero nunca de irrespeto al médico. De una amenaza con arma en mano nunca lo había vivido», aseveró Ricardo Gómez, residentes del posgrado de Neurocirugía y compañero del galeno que fue apuntado por los paramilitares.
Ayer los médicos se apostaron a las afueras del hospital para manifestar sus rechazo a los hechos violentos ocurridos.
«No queremos a ningún grupo de terroristas dentro del hospital. Nuestros problemas son la falta de insumos y recursos humanos, por eso se ponen violentos porque quieren que los atiendan ya», señaló Daniel Vargas, jefe del servicio de Anestesiología.
Los hechos evidenciaron nuevamente las fallas en tema de seguridad de los centros de salud públicos en la ciudad. La milicia que normalmente custodia el lugar no impidió el paso de sujetos armados y la vigilancia no posee los recursos para actuar en casos violentos.
De acuerdo con información de los médicos, uno de los sujetos estaba identificado como miembro de los Tupamaros. Sin embargo, otra versión de pacientes y vecinos dice que se trataba de grupos paramilitares rivales y que las víctimas fueron el resultado de un enfrentamiento en los alrededores del recinto.
Exigen seguridad
Los galenos se reunieron con el director del hospital, José Carrillo, para exigir la presencia de la Guardia Nacional y la Policía Nacional en las instalaciones y garantizar su seguridad. El Director de Seguridad de Minsalud, Ángel Pozo, también asistió al lugar. Indicó que en todos los hospitales están trabajando para mejorar la seguridad, con «carnetización del personal y más milicia».
Mientras, tras una asamblea, los médicos decidieron suspender las operaciones y consultas, y cerrar la emergencia del Hospital Vargas mientras no cuenten con insumos ni seguridad para realizar su trabajo. También exigieron el traslado del único sujeto que entró con vida al hospital, que fue llevado por los paramilitares, y que aún se encuentra recluido allí.
Fuente EU