El médico Salvador Plasencia, uno de los sospechosos de precipitar la muerte del actor estadounidense Matthew Perry en 2023, ha aceptado declararse culpable de suministrarle ketamina, informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Desde diciembre de ese año se conoce que la sobredosis de este anestésico, con efectos antidepresivos y alucinógenos, había causado el fallecimiento de la estrella de la serie «Friends». Sin embargo, los forenses indicaron primeramente que el deceso, ocurrido el 28 de octubre de 2023, podía considerarse como un «accidente».
Según un documental de investigación de Collective Quarterly, el intérprete habría recibido hasta 27 inyecciones del medicamento en los últimos tres días de su vida. El acuerdo de aceptación de la culpabilidad presentado por los fiscales ante el Tribunal de Distrito para el Distrito Central de California —al que accedieron varios medios locales— señaló a Plasencia como una de las personas involucradas en el suministro de la droga, que lo coordinaban entre sí.
Se espera que el médico admita ante la corte su responsabilidad de haberle entregado ketamina a Perry en cuatro ocasiones, una declaración que conllevaría una pena máxima de 40 años de prisión, según recoge USA Today.
Todavía no se ha determinado si este médico u otro de los cuatro imputados en el caso se aprovecharon o no del intérprete, mientras que el documental sugiere que varias personas del entorno del actor pudieron haberse aprovechado de su vulnerabilidad.
Un colega de Plasencia, Mark Chávez, aceptó declararse culpable y cooperar con los fiscales en agosto de 2024, en su primera comparecencia ante los jueces en relación con la muerte del actor. Se conoce un mensaje de texto enviado, presuntamente, por Plasencia a Chávez: «Me pregunto cuánto pagará ese idiota», en referencia a Perry.
El acuerdo de culpabilidad difundido destaca que Plasencia recibía la droga del doctor Chavez e iba personalmente al domicilio de Perry a inyectarle ketamina o dársela al asistente de la estrella.
En total, Plasencia «distribuyó 20 frascos» de ketamina al actor en unos quince días en el otoño boreal de 2023, según la fiscalía.
Las autoridades habían dicho antes que los frascos de ketamina costaban alrededor de 12 dólares para los médicos involucrados, pero eran vendidos a Perry por «2000 dólares».
Otra acusada, Jasveen Sangha, apodada «la reina de la ketamina» y posible vendedora de la dosis fatal para el actor, afirma que no es culpable y el tribunal tiene programado estimar su caso en agosto próximo.
CNN