Sobre el pitazo final el PSG pudo romper el muro del Rennes y acabó ganando un partido en el tiempo de descuento. El conjunto parisino consiguió el gol de la victoria en el minuto 93 gracias a Kylian Mbappé (1-0), el extremo vuelve a ser el salvador de un equipo que aún no termina de convencer en ataque y que le cuesta un mundo llegar con frecuencia al gol.
En la mente de Mauricio Pochettino está su eliminatoria con el Real Madrid. El argentino reservó Ángel Di María y Nuno Mendes, aunque sí le dio minutos a Leandro Paredes, duda hasta el último minuto por unas molestias. Evidencia de que Pochettino no quiere dejar el partido contra el Madrid al azar.
En el Parque de los Príncipes el juego del PSG dio la impresión de jugar más pensando en la eliminatoria del martes que en el partido contra el Rennes. Los parisinos, como ante el Niza en Copa, se presentaron con un ritmo de juego aletargado y con un trato de balón soporífero con ideas fáciles de predecir por la presión del Rennes en su 4-4-2, sin balón.
El Rennes cubrió cada rincón del campo y tapó todos los pasillos interiores. Así evitó que Lionel Messi pudiera filtrar pases entre líneas; el Rennes expuso las carencias del PSG para hallar los espacios necesarios para hacer daño a bloques replegados.
Solo Kylian Mbappé tuvo una acción clara antes del descanso. Un contragolpe que culminó con un remate al poste y cuyo rebote casi aprovecha Xavi Simons.
¡Qué aburrridos son los partidos del PSG! Todos los jugadores ahí parados, en la misma línea, a la misma altura; tocan de aquí para allá. No descubren nada ni un pase entre líneas. Messi también aburre y se aburre. Participa poco por más que pueda inventar una genialidad en cualquier segundo.
El miasma del primer tiempo no mejoró en el segundo tiempo. Pochettino frustrado dio entrada a Di María para buscar salvar el juego del equipo del pantano en el que estaba, pero los problemas no se solucionaron con el vértigo de Ángel Di María.
Así transitó el partido, sin nada que contar, hasta que Mbappé tuvo el 1-0 en sus pies, pero el VAR ahogó el grito gol por un fuera de juego. El partido terminaba entonces, casi sin nada que contar más allá del juego monotono del equipo de Pochettino, pero en el minuto 93 la conexión Messi-Mbappé pudo hallar una grieta en el muro del Rennes.
Messi hizo la genialidad para acabar con el aburrimiento al meterle un pase milimétrico a Kylian, el francés en el área definió con frialdad y dio en el último suspiro del partido los tres puntos. Así Mbappé le salva el cuello a Pochettino antes de enfrentarse este martes al Real Madrid en la Champions League.
Fuente: Globovision