La primera ministra británica, la tory Theresa May, ensalzó hoy las «oportunidades» que traerá el «brexit» para un Reino Unido «liberado» de la Unión Europea frente al enfoque opuesto del laborista Jeremy Corbyn, que advertió del «desastre económico» de no lograr un acuerdo con Bruselas.
Ambos políticos protagonizaron sendos discursos de campaña de cara a las elecciones generales anticipadas que el país celebrará el próximo día 8, en un momento en que el laborismo ha recortado a tan solo tres puntos la distancia que le separa de los conservadores, según un sondeo divulgado hoy por «The Times».
A una semana para los comicios, la formación de Corbyn acapara el 39 % de los apoyos -un alza de tres puntos frente a otra del pasado fin de semana-, mientras que el Partido Conservador baja un punto hasta quedarse con el 42 % del respaldo.
La postura de ambos partidos ante la negociación del «brexit» o abandono del bloque comunitario -la opción votada en el histórico plebiscito del pasado 23 de junio- fue el tema predominante en ambas comparecencias.
May expuso una visión de futuro alentadora y positiva para un Reino Unido «liberado de las cadenas impuestas por Bruselas», frente al discurso de un Corbyn envalentonado, que incidió en la importancia de mantener los lazos con los mercados europeos.
En su intervención en un acto celebrado en la localidad de Guisborough, en el condado de Teesside, en el noreste del país, May no aludió en ningún momento a su criticada ausencia del debate televisivo emitido anoche por la BBC, en el que sí participó su rival laborista.
La «premier» ensalzó las «oportunidades» que, según ella, la salida del bloque conllevará para el país e instó a los votantes a «unirse» para respaldar su candidatura.
«Este gran momento precisa de un gran esfuerzo nacional en el que debemos unirnos con un propósito y, sin importar lo que hayamos votado en el referendo de junio, debemos tener la determinación de hacer que los próximos años sean un éxito», subrayó.
Tras asegurar que cuenta con «la determinación» y con «un plan» para «cumplir con la voluntad de los británicos de sacar al país de la UE», May pidió apoyos a los británicos a fin de «cumplir la promesa del ‘brexit’ juntos, y construir un Reino Unido más fuerte, más justo y más próspero de lo que es hoy».
Salir de la UE granjeará la ocasión, dijo, de hacer que este país sea «más global y más abierto de miras; un Reino Unido lleno de posibilidades, con mayor confianza en sí mismo, más unido y seguro, un país al que hijos y nietos se sentirán orgullosos de llamar su casa».
También reveló los planes de su partido para retomar el control sobre las fronteras británicas, evitar pagar «enormes cantidades» de dinero en concepto de contribuciones anuales a la UE y «poner fin» a la jurisdicción del Tribunal de Justicia Europeo en el Reino Unido.
Con relación a ese punto, expresó su esperanza de obtener un acuerdo de libre comercio «audaz y ambicioso» con los otros 27 Estados miembros del bloque, así como de fraguar contratos comerciales con países de todo el mundo.
Por su parte, Jeremy Corbyn detalló una visión antagónica a la de la «premier» ante una audiencia congregada en Basildon, en el condado inglés de Essex (sur del país), donde alertó del «enfoque temerario» adoptado por el partido de May frente al «brexit» y previno contra el «desastre económico» que supondría no llegar a ningún acuerdo con Bruselas.
«El Reino Unido abandona la UE. Pero seamos claros, no hay tal cosa como un ‘no acuerdo’. Si nos marchamos sin un acuerdo positivo porque hemos alienado a todo el mundo sin necesidad, todavía tenemos que comerciar con la UE, ¿pero en qué términos?», se preguntó.
Un Ejecutivo Laborista negociaría con los otros 27 Estados miembros un acuerdo libre de tarifas «que beneficiaría a ambas partes» y garantizaría los derechos de los expatriados comunitarios que residen actualmente en este país, al tiempo que negociaría para hacer lo propio con los británicos que viven en la UE.
El político reprochó que May defienda que «no llegar a ningún acuerdo (con Bruselas) es mejor que lograr un mal acuerdo», una frase reiterada por los conservadores ante el proceso de diálogo.
Ese hipotético escenario sería, recalcó Corbyn, «de hecho, un mal acuerdo».
«Es el peor de todos los acuerdos, pues nos dejaría con tarifas y restricciones impuestas por la Organización Mundial del Comercio, en lugar de con un acceso a los mercados europeos que necesitamos», puntualizó.
El Diario
Por Confirmado: Patricia Villegas