La primera ministra británica, Theresa May, volvió a sufrir una derrota humillante este jueves en el parlamento, donde una moción de apoyo a su gobierno fue derrotada, cuando restan apenas semanas para que el Reino Unido se retire de la Unión Europea.
La moción presentada por su gobierno era simbólica, para ratificar el apoyo de la Cámara de los Comunes a la estrategia del Brexit de May.
Pero los diputados rechazaron con 303 votos la moción, por 258 a favor.
El gobierno tenía dos objetivos con esta votación: intentar obtener “alternativas” para la “salvaguardia” que negoció con la UE para mantener la frontera abierta entre el Ulster, bajo control británico, e Irlanda, y por otro lado, obtener el apoyo del parlamento para que no haya un “no deal”, es decir, que llegue el 29 de marzo, día en que el Reino Unido abandona la UE, sin un acuerdo de divorcio, lo que podría llevar al país a una crisis impredecible.
Los euroescépticos más recalcitrantes volvieron a ignorar a su primera ministra, y rechazaron de plano este jueves que se descarte una salida brutal de la UE, pese a quien pese.
La votación era simbólica, pero el efecto es de nuevo muy desestabilizante: May no cuenta con la confianza del parlamento para intentar una última y desesperada negociación con sus socios europeos.
“¿Dónde se fue?” gritaron algunos diputados al terminar la votación, en referencia a la primera ministra conservadora, que decidió irse de la cámara sin ni siquiera escuchar el resultado.
Empeñada desde hace dos semanas en nuevas discusiones con la UE, May enfrenta dificultades para conseguir una reapertura de las negociaciones.
Como los dirigentes europeos se muestran inflexibles, el martes admitió que precisa de más tiempo para hallar una salida.
“La UE aún espera de Londres propuestas concretas y realistas para salir del impasse sobre el Brexit”, apuntó el miércoles en la red Twitter el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Diálogo en “fase crucial”
El primer plan de May fue rechazado por el Parlamento en enero, pero votaciones realizadas posteriormente sugieren una mayoría si ella logra deshacerse de las salvaguardias para Irlanda.
Este mecanismo se propone mantener abierta la frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, pero en la visión de numerosos legisladores eso deja al Reino Unido vinculado a las reglas de comercio de la UE y sin un plan de salida.
Funcionarios británicos han mantenido una serie de reuniones con sus contrapartes europeas, aunque estos últimos ya han descartado reabrir esa negociación.
“Las conversaciones están en una fase crucial. Ahora todos precisamos controlar los nervios para explotar las oportunidades que esta casa requiere y finalizar el Brexit a tiempo”, dijo May el martes.
“Si conseguimos un acuerdo con la UE para más negociaciones, vamos a precisar algún tiempo para completar el proceso”, añadió.
En todo este contexto de incertidumbre, líderes empresariales y economistas han alertado sobre los efectos que podría tener en todo el continente si el Reino Unido termina saliendo de la UE sin un acuerdo.
“El gobierno no puede continuar ignorando el parlamento o seguir intentando de forma lamentable de llegar al 29 de marzo sin un plan coherente” criticó el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn.
Pero su propia enmienda para limitar el margen de maniobra del gobierno, también fue derrotada, con 322 votos en contra y 306 a favor.
AFP