Andrew Jesús Marín, de 16 años, murió luego de una intervención quirúrgica el Hospital Universitario de Maracaibo. Lo operaron para detener el sangrando ocasionado por unos balazos que recibió en el abdomen durante la noche del pasado sábado en el barrio Villa Concepción, parroquia Francisco Eugenio Bustamante, al oeste de la capital zuliana.
La familia del joven llegaba de uno en uno a la morgue forense ayer en la mañana. Sus más cercanos no podían ocultar el dolor. Otros aún preguntaban con temor e incredulidad qué había pasado. Uno pariente explicó que como muchas noches durante el último año salió de su casa en el sector El Membrillo de la parroquia Antonio Borjas Romero para visitar a su novia.
A las 8.00 de la noche todo transcurría con tranquilidad. Hasta que la familia en pleno decidió salir para tomar algo de aire fresco. Una vez en el frente vieron pasar a un hombre sospechoso, que finalmente siguió con su camino. Cinco minutos después todo cambió. Un par de hombres armados pasaron haciendo tiros sin una dirección en particular. El joven fue alcanzado en el estómago.
La misma ráfaga que alcanzó a Marín también acertó en Bárbara, la abuela de su novia. Ambos fueron trasladados a la sede de los Bomberos de La Rotaria, donde los funcionarios estabilizaron a los lesionados y los trasladaron al centro asistencial. La mujer pudo ser curada. El joven no corrió con la misma suerte. Lo subieron al Pabellón, pero en la operación surgieron complicaciones.
Tras la intervención, a las 3.30 de la madrugada, el joven falleció a causa de las heridas. Darío Bracho, abuelo de la pareja de Marín, explicó que los homicidas dispararon desde la esquina de la calle. “Se pararon a 25 o 30 metros de distancia con unas pistolas. Luego de accionar sus armas gritaron que eso nos pasaba por sapos”. Añadió que nadie en su casa tuvo problemas con delincuentes u otra persona.
Bracho aseguró que Marín era un buen muchacho. “Él trabajaba en ocasiones con su suegro ayudándolo en mudanzas y viajes. Nunca decía que no a un trabajo”. Señaló desconocer si el joven estudiaba.
La Policía científica trabaja en el caso. Los parientes del muchacho aseguraron a los investigadores que él no tenía problemas con nadie, hasta ahora creen estar ante un ajuste de cuentas, pero no han establecido contra quien iban dirigidas las balas.
2 balazos acabaron con la vida del adolescente la noche del sábado
Fuente: La Verdad
