Para muchas es todo un tabú, algo prohibido o incorrecto, pero masturbarse aun teniendo pareja no tiene nada de malo, al contrario puede resultar muy positivo para tu salud e intimidad. Nosotras te explicamos el porqué.
Para muchas masturbación es igual a soltería. Sin embargo, a pesar de tener una vida sexualmente activa masturbarnos nos permite explorar aspectos de nuestra sexualidad a los que no siempre podemos llegar con él, lo que trae consigo muchos beneficios para nuestra salud. Es decir, puedes vivir en pareja y masturbarte sin que ambas cosas sean antagónicas, tal y como lo hacen ellos también -no te engañes, lo hacen-.
Uno de los primeros beneficios de la masturbación es que nos permite identificar claramente nuestros puntos de placer, aquello que nos gusta y nos excita, y si sabemos lo que nos gusta podemos pedírselo a él. Se trata de la herramienta perfecta para conocer y querer nuestro cuerpo a través del placer.
Una vez que sabes lo que te gusta, que tienes claro dónde está el placer y que le pides a él que te ayude a conseguirlo, el resultado solo puede ser uno: tener mejor sexo. Los encuentros son mucho más placenteros cuando entendemos lo que queremos. Además, la liberación de hormonas que se produce con el orgasmo nos ayuda a sentirnos más alegres, de mejor humor y también a liberar el estrés y las tensiones que nos agobian y que no siempre podemos liberar con el sexo.
Es casi seguro que después de la masturbación te sentirás mucho más relajada y dispuesta, lista para continuar con tu rutina diaria con mucha más energía.Tener sexo con tu pareja es maravilloso, pero explorar tu cuerpo en soledad también lo es por eso ¿por qué limitarte a hacerlo cuándo te apetezca?
Nosotras
