La escasez de antibióticos, insumos médicos y las fallas en los turnos quirúrgicos colmaron la paciencia de los pacientes recluidos en el Hospital Periférico de Coche, quienes fueron sacados por sus familiares en camillas y sillas de ruedas desde la sala de traumatología, en el piso 4, hasta la avenida intercomunal de El Valle.
Desde tempranas horas de la mañana los afectados fueron bajados uno a uno en ascensor para llamar la atención del director del sanatorio, Gustavo Imery, por la falta de material de osteosíntesis como placas y clavos, requeridos para la intervención de los enfermos con fracturas y lesiones en huesos.
Jesús Medina, de 35 años, relató desde la cama 28 que ingresó al lugar el pasado 9 de mayo luego de ser arrollado por un vehículo. El hombre en situación de calle, cuenta que los médicos se han negado a intervenirlo porque perdió su cédula. «No me quieren operar porque no tengo cédula», reitera al rechazar la situación. Ayer los afectados de las salas de cirugía y traumatología, de damas y de caballeros, denunciaron la precariedad de los servicios básicos. Se trata de cuatro salas, cada unas con al menos 18 pacientes.
Giovanni Provenza, médico del Servicio de Traumatología, precisó que en Coche existe una lista de más de 150 personas con afecciones óseas que esperan por una intervención. Ante la falta de insumos, los afectados indican que las enfermeras pasaron de hacerles curas interdiarias a limpiezas semanales, lo que ha obligado a los familiares de los enfermos a comprar cepillos quirúrgicos y gasas para asearles las heridas y evitar que contraigan bacterias. Algunos pacientes usan lavaplatos para hacer lo propio.
Javier Rodríguez, tiene 84 días esperando que le operen el fémur, y asegura que sus familiares deben llevar botellas de agua para limpiar los baños y asearse. El centro no cuenta con reservas de agua para suplirles las necesidades los días lunes y jueves cuando racionan el agua en la parroquia El Valle. «Hay que tener suerte para que te operen», enfatiza, mientras ve televisión.
Ante las presiones, el paciente Orlando Sanabria dijo que el director de la institución prometió resolver en los próximos días los reclamos, para agilizar los turnos quirúrgicos. Los manifestantes firmaron un oficio en el que dejaron constancia de la situación que se ha vuelto parte de la cotidianidad de un centro, apadrinado desde agosto pasado por el Estado Mayor de Salud.
JULIO MATERANO | EL UNIVERSAL