El senador de origen cubano Marco Rubio obtuvo este domingo una holgada victoria en las primarias republicanas en Puerto Rico, en la carrera hacia las presidenciales de noviembre en Estados Unidos que por su partido lidera el magnate Donald Trump.
Rubio, senador por Florida de 44 años, obtuvo el 71% de los votos, por encima de Trump (13%), el senador ultraconservador Ted Cruz (8%) y el gobernador de Ohio, John Kasich (1%), con el 100% de los votos contabilizados, según la comisión electoral del estado libre asociado de Estados Unidos.
Por haber logrado más del 50% de los votos, Rubio se adjudicó los 23 delegados en juego de la isla caribeña, donde los 3,5 millones habitantes, que poseen la ciudadanía estadounidense, pueden participar en las primarias pero no tienen derecho a votar en las presidenciales de noviembre.
«Gracias, Puerto Rico», escribió en su cuenta de Twitter Rubio, quien fue el único candidato republicano que hizo campaña en la isla, donde estuvo el sábado y en septiembre pasado.
El triunfo del domingo en una necesitada buena noticia para el senador de padres inmigrantes cubanos, que hasta los momentos se encuentra en un distante tercer lugar en la carrera para la nominación presidencial de su partido, con apenas una victoria en un estado de Estados Unidos, Minnesota.
El cabecilla sigue siendo el grandilocuente multimillonario Trump, que lidera con triunfos en 12 estados, seguido del senador Cruz, que ha obtenido seis. Kasich no ha obtenido ninguna victoria.
«Puerto Rico quiere ser el estado 51 de Estados Unidos y Marco Rubio es el candidato que más se identifica con nuestras aspiraciones, además que con esta victoria mandamos un mensaje al millón de puertorriqueños radicados en el estado de Florida, para que lo respalden», dijo la delegada de Puerto Rico ante el Comité Nacional Republicano, Zoraida Fonalledas.
La isla caribeña se encuentra actualmente sumida en una grave crisis económica, en medio de una recesión de casi una década y con una enorme deuda de 70.000 millones de dólares, que el gobierno puertorriqueño considera impagable.
San Juan busca, hasta ahora infructuosamente, que el Congreso estadounidense incluya a la isla en la Ley de Quiebras estadounidense para reestructurar ordenadamente su deuda.
Fuente: Agencia