No se trata de llenar la unidad de pasajeros, encender el motor y pisar el acelerador hasta llegar al destino pautado. Tampoco de recibir los ingresos por concepto del pasaje y disponer de eso de manera íntegra. Hasta 300 mil bolívares al mes invierten los propietarios de las unidades buscamas para el mantenimiento de las mismas. A eso se suman los gastos extras que surjan por cualquier desperfecto mecánico o la pérdida que implica tener por meses el autobús paralizado por la escasez de repuestos.
Que el aire acondicionado funcione de forma óptima, que los baños no tengan desperfectos y que las butacas no estén partidas, ni su tapizado roto es lo más importante cada mes. “El servicio a prestar incluye todos esos privilegios y hay que cumplir”, dijo Euclides Montero, gerente de una línea privada de expresos. También se debe tomar en cuenta el cambio de aceite del motor, pastillas de freno, el de otros aditivos especiales y la alineación y balanceo de cauchos.
Pero si la unidad presenta alguna falla mecánica mayor los gastos se incrementan. El sello del compresor del aire acondicionado del vehículo de Pedro Ortega le costó hace dos meses un poco menos de cinco mil bolívares. Un compañero fue hace una semana por la misma pieza y tuvo que pagar el doble.
Unidades paralizadas
Todo esto obedece al desabastecimiento generalizado de autopartes. Noel Zambrano, gerente de Expresos Los Llanos, explicó que alrededor de 60 unidades de la flota de 150 que tiene la empresa están paralizadas por falta de partes elementales como cauchos, parabrisas y aceite.
En números macros, el presidente del Sindicato Único de Transportistas de Carabobo, Adolfo Alfonso, alertó que más del 70% de los buscamas del país están paralizados. En Carabobo la cifra supera el 30%. (DB)