¿Manchitas blancas en las uñas? Acá las razones

¿Manchitas blancas en las uñas? Acá las razones

Las uñas son laminillas de gran valor para los dedos, ya que ofrecen soporte y protección ante golpes, además de que resguardan una importante cantidad de terminales nerviosas que permiten detectar situaciones de riesgo para las manos, como altas o bajas de temperatura y presión ejercida por un objeto o al realizar un esfuerzo.

 

Toda persona preocupada por su imagen suele esmerarse en mantenerlas fuertes y limpias, ya que también son fiel reflejo de la atención que damos a nuestra higiene, por lo que no es exagerado considerarlas discreta, pero efectiva tarjeta de presentación personal. Sin embargo, y a pesar de los cuidados, hay quienes padecen la inexplicable aparición de manchas blancas en sus uñas, hecho que es causa de angustia no sólo porque alteran su aspecto, sino porque se piensa que puede ser indicio de una enfermedad severa.

 

No se preocupe de más; este problema es generalmente transitorio y aunque sí es indicio de deficiencias, éstas suelen ser moderadas y de fácil solución, como a continuación veremos.

 

Pequeñas rupturas

 

Muchas historias falsas suelen difundirse sobre la aparición espontánea de manchas blancas en las uñas, y como este problema se presenta con mayor frecuencia en la infancia se llega a decir que el número de marcas equivale a las mentiras o pecados que el niño comete y que oculta a sus padres y maestros. Así, un simple vistazo a las manos será suficiente para hacer tajante sentencia sobre la personalidad de algún pequeño que seguramente sería inocente de lo que se le acusa.

 

La explicación científica es muy distinta. El término médico que define esta condición es leuconiquia y hoy se sabe que surge como consecuencia de rupturas diminutas que se generan en la base de la uña (matriz), mismas que favorecen la formación de pequeñas bolsas de aire. Las manchas, pues, aparecen cuando nos golpeamos la punta de los dedos, muchas veces sin percatarnos de ello.

 

Asimismo, hay condiciones que hacen que las uñas se vuelvan más frágiles y, por tanto, más susceptibles a sufrir este problema, tales como:

 

1.- Contacto frecuente con agua, sobre todo caliente.

2.- Sumergir las manos durante largo tiempo en sustancias agresivas empleadas en la limpieza del hogar.

3.- Hacer “palanca” con las uñas (al abrir recipientes, por ejemplo), utilizarlas como “desarmador” (al ajustar tornillos pequeños, como en los anteojos) o al emplearlas para quitar etiquetas adheribles.

4.- Usar accesorios maltratados o con escaso filo que requieren considerable esfuerzo para cortar las uñas.

5.- Las manchas blancas que surgen debido a golpes no requieren la asistencia del dermatólogo puesto que, a medida que la uña crezca, se irán desplazando hacia el extremo hasta desaparecer.

 

¿Mala alimentación?

 

Muchos especialistas sostienen que este problema también puede reflejar una dieta deficiente, ya que se observa con frecuencia en personas con desórdenes como bulimia (episodios repetidos de excesivo consumo de alimentos seguidos de vómito o uso de laxantes), anorexia (pérdida de peso por dejar de comer y someterse a intensas rutinas de ejercicio) o anemia (mala transportación de oxígeno en la sangre por falta de hierro y ácido fólico).

 

Hay algo de verdad en todo esto, ya que la falta de nutrientes, en particular aquellos que participan en la formación, crecimiento y desarrollo de las uñas, vuelven más frágiles a estas laminillas y, por tanto, las hacen susceptibles a tener manchas blancas. Reforzar la alimentación contribuirá a disminuir la leuconiquia.

 

Por cierto, la presencia de manchas blancas también se atribuye a excesivo trabajo, agotamiento, fatiga y estrés; esta creencia tiene algo de cierto, ya que la alta exigencia a que se somete al organismo cuando se trabaja bajo presión o hay muchas preocupaciones genera pérdida casi imperceptible de nutrientes y minerales, con lo que se debilitan paulatinamente las uñas.

 

 

Fuente:  Salud y Medicina

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