La vida está llena de distintas emociones, hay momentos para estar alegres, otros para sentirse molestos y en ocasiones tristes. Sin embargo, este hombre más nunca podrá experimentar esta última, debido a un daño en su lóbulo frontal.
En el año 2004, Malcolm Myatt, un británico que trabajaba como conductor de camiones, sufrió un derrame cerebral que lo hizo estar hospitalizado durante 19 semanas. Como consecuencia, Myatt tuvo un daño emocional y psicológico permanente.
El derrame cerebral de Myatt, afectó principalmente el lóbulo frontal de su cerebro -el cual posee entre sus funciones la ejecución de emociones y la memoria a corto plazo-, por lo que dejó de sentir emociones como la tristeza, aunque en su caso, la perdió para siempre.
La doctora Clare Walton, explicó a The Telegraph que esta condición se debe a que “en el momento de un derrame cerebral, se corta el suministro de sangre hacia el cerebro, las células cerebrales mueren y esto puede generar un cambio permanente”.
Sin embargo, la doctora explica que “cada víctima tiene un área afectada que dependerá del golpe”, en el caso de Myatt y su incapacidad de sentir tristeza, la Dra. Walton señaló que “no han escuchado que un paciente con derrame cerebral haya perdido por completo la capacidad de sentir una emoción”, en cambio, “tienen dificultad para controlar sus emociones”.
Malcolm Myatt y su esposa.
Aunque para Malcolm Myatt, esto no ha sido un problema, “la tristeza nunca me habría ayudado a mejorar, mi caso ha sido una ventaja”.
Su esposa, la señora Myatt, asegura que desde el accidente, Malcolm logra contagiar con su felicidad a las personas que están a su alrededor, haciendo que las personas lo extrañen cuando no está: “Ahora agradezco todas las mañanas al levantarme” dice la señora Myatt después de pensar que su esposo no se recuperaría del accidente.
“El derrame pudo convertirse en mi peor enemigo, pero no lo permití. Apenas noto que no siento tristeza” aseguró Myatt en 2013.
Cuturizando