Los Navegantes del Magallanes simplificaron el nudo gordiano en el que se había convertido la clasificación a la final de la LVBP como lo hubiese hecho un digno campeón defensor de la pelota criolla: con poder y autoridad.
Montados en los hombros de un histórico Mario Lissón que sonó su noveno y décimo jonrón del round robin y guiados por una joya de pitcheo colectiva iniciada por el zurdo, Dustin Richardson, la nave consiguió este martes el ticket de entrada a su segunda final consecutiva de la LVBP al vencer a los Leones del Caracas por pizarra de 8 carreras por 0.
Jugando con el espanto de un empate triple en el ambiente, Lissón prefirió olvidarse de los tecnicismos y dejar que su bate hablara desde el mismo primer inning.
El derecho sonó un vuelacerca de dos carreras ante Franklin Morales en el mismo primer episodio para darle a Richardson más de lo que iba a necesitar.
Durante seis capítulos el zurdo magallanero permitió solo tres incogibles, propinó cinco ponches y regaló solo un boleto para iniciar lo que eventualmente sería el primer y único blanqueo aplicado por el pitcheo turco en este todos contra todos.
“Cuando Mario soltó ese jonrón, fui lo abracé y le dije: tú eres Supermario. Todavía me sorprende que alguien se haya tardado tanto en firmarlo en el norte”, dijo Richardson sobre un slugger que aún no había terminado.
Después de que Franklin Morales dejara el pellejo en el morrito (89 pitcheos) tras solo tres días de descanso, la ofensiva turca emboscó al pobre bullpen de Caracas en el séptimo acto. Wilmer Font regaló pasaporte a Endy Chávez y cedió un sencillo ante Alberto Callaspo antes de irse a las duchas. Acto seguido, con semejante mesa servida, Jonathan Ortiz tuvo que bailar con la más fea y simplemente no pudo con ella.
Luego de dar un wild pitch que permitió la anotación de Endy, Mario Lissón despachó su segundo estacazo de vuelta completa de la noche y su décimo del round robin para quebrar el récord de más cuadrangualres conectados en una ronda de todos contra todos, anteriormente en manos del mítico Miguel Cabrera (2004-05).
“Mis respetos a Miguel Cabrera y a todo aquel que estuvo cerca del récord. Estoy muy contento. Gracias a Dios salieron las cosas durante todo el año”, dijo Lissón sabiendo de antemano que también quebró la marca de Robert Pérez de más jonrones en un campeonato al sonar 26 estacazos entre la campaña regular y la postemporada.
Ese despliegue ofensivo de Lissón y la brillantez exhibida por Richardson también fueron acompañados de geniales labores monticulares de Deolis Guerra, Fernando Abad y Jean Machí, este último, el cerrador que logró sepultar a los melenudos este año mientras ponchaba al indomable Bob Abreu para conseguir el out 27.
Semejantes actuaciones, si bien ubican a los turcos a solo un paso de conseguir su título número 11 en la LVBP, también le dan la oportunidad al “Almirante” Carlos García de sacarse una espina que se le clavó en la campaña 09-10 al perder la final en siete juegos.
“El destino me ha vuelto a poner aquí y doy gracias por ello. Siempre estuve pendiente de este equipo cuando estaba afuera porque este equipo es mi vida. Ahora vamos el campeonato”, exclamó García ya viendo un sueño profesional, nuevamente, al alcance.
Fuente: Líder en deportes