El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó este martes a Facebook de “censurar” los videos en los que habla de unas supuestas “gotitas milagrosas” denominadas Carvativir, que ha dicho son capaces de “neutralizar” el covid-19.
“Me censuran todos los videos donde muestro el Carvativir, Facebook eliminó de mi página, de manera abusiva y dictatorial, el video completo del programa del domingo pasado, y eliminó el video completo donde se explica cómo Venezuela hizo todas las pruebas científicas para autorizar, como hemos autorizado, el Carvativir”, sostuvo Maduro en un acto televisado.
El Carvativir es el último de una serie de remedios sin estudios médicos publicados, que el mandatario socialista ha promocionado desde que la pandemia del coronavirus llegó al país sudamericano en marzo de 2020.
“Ellos dicen que hasta que la OMS diga que sí yo no puedo hablar del Carvativir. ¿Quién manda en Venezuela? ¿El dueño de Facebook? ¿Quién manda en el mundo? ¿el dueño de Facebook? Abusadores, ¿Zuckerberg es que se llama? Es tremendo abusador”, exclamó Maduro, cuyo gobierno ha acusado antes a otras redes sociales como Twitter y YouTube de censura.
Maduro afirmó que el mundo debe “reflexionar” sobre los “abusos” en las redes sociales. “Son gente multimillonaria, que pretenden imponer sus verdades, sus razones, sus abusos en el mundo”.
Ante la avalancha de información durante la pandemia, Facebook ajustó sus políticas, regulando “anuncios que contengan afirmaciones engañosas, falsas o infundadas sobre temas de salud, incluidas las que aseguren que un producto o servicio puede ofrecer una prevención o una inmunidad del 100%, o tiene la capacidad de curar el virus”, señala la popular plataforma.
Tras descargar contra Facebook, Maduro aseguró que uno de sus ministros, Aristóbulo Istúriz, está siendo tratado con Carvativir.
“Se tomó su Carvativir, 10 gotas cada cuatro horas durante 10 días en el caso de él, se levantó con fuerza”, señaló.
Venezuela, con 30 millones de habitantes, acumula 127.346 casos confirmados de covid-19 y 1.196 muertes, según cifras oficiales, cuestionadas por organizaciones como Human Rights Watch por considerar que ocultan una realidad mucho peor.
Agence France-Presse