El mandatario venezolano insistió en la Sesión Plenaria que hay una «campaña mundial» en su contra y reclamó al presidente estadounidense derogar el decreto «irracional» que establece que el país caribeño es una amenaza para los EEUU. Dijo que tiene el respaldo de más de 11 millones de firmas, de la Unasur y de la Celac
«Estamos sin lugar a dudas en tiempo de historia, pero no de cualquier historia, en tiempos de una nueva historia que a veces por ser protagonistas y estar en el ojo del huracán no la logramos valorar en toda su magnitud». Con esta frase, comenzó el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en alusión a la participación de Cuba en la VII Cumbre de las Américas. En total, habló alrededor de 40 minutos.
Al tomar la palabra en la Sesión Plenaria, se dirigió a su par estadounidense Barack Obama y afirmó que Venezuela puede hablar de su historia «porque no tiene nada que ocultar». «Lamento que no esté el presidente Obama aquí, a quien respeto, a pesar de que ha amenazado a mi patria», dijo.
«LAMENTO QUE NO ESTÉ EL PRESIDENTE OBAMA AQUÍ, A QUIEN RESPETO, A PESAR DE QUE HA AMENAZADO A MI PATRIA»
«Para nosotros la historia es una fuerza viva. Hablamos de la historia porque estamos orgullosos de ella. No tenemos nada que ocultar porque nunca hemos bombardeado ni asesinado a pueblos hermanos en ningún lugar del mundo», dijo agregó, tras hacer un repaso sobre la vida del prócer Simón Bolívar.
Maduro insistió en que hay una «campaña mundial» en su contra, tal «como hicieron con el comandante Hugo Chávez». «CNN; los diarios en Buenos Aires, en San Salvador», acusó. «Presidente Obama, le dicen dictador a Chávez sólo porque se opuso a la masacre en Afganistán, a la invasión de Irak», continuó.
«Hoy 11 de abril, Venezuela recuerda el aniversario número 13 del golpe de Estado, financiado y patrocinado por George W. Bush», indicó. «Obama no es George W. Bush. Decirlo sería una desproporción más grande que el decreto que establece que Venezuela es una amenaza» para los Estados Unidos, remarcó.
Maduro confirmó que tiene más de 11 millones de firmas rechazando el decreto que le presentará a Obama por la vía diplomática y dijo que es «en nombre de los 30 millones de venezolanos que piden que se derogue el decreto». «Así lo piden por unanimidad la Unasur, la Celac. Es un decreto irracional, desproporcionado, yo no me creo este cuento», subrayó.
«No somos antiestadounidenses, somos antiimperialistas», dijo y añadió dirigiéndose al resto de los líderes de la región: «Ninguno de ustedes permitirían un decreto así. La lucha contra la corrupción es de Venezuela; los problemas que tienen los venezolanos lo resuelven los venezolanos», insistió.
Además, siempre con Obama como su interlocutor, habló sobre la sociedad estadounidense. «La juventud de EEUU quiere cambiar su país. En caso contrario, el presidente Obama no serìa el presidente. Lo es porque la sociedad queire cambio, quiere dejar de ser imperio».
Maduro también dijo que Obama no le respondió ninguno de los mensajes que le envió durante sus dos años de mandato y criticó que no hubiera todavía aceptado al representante diplomático que propuso en Washington. «¿Estamos en guerra y no lo sabemos?, ¿cuántos meses más debe esperar para que le de su beneplácito», ironizó.
«YO ME ENCABRONO CUANDO HABLAN DE VENEZUELA, PORQUE YO NO OPINO DE NINGÚN PAÍS»
«Lo respeto pero no le tengo confianza, Obama», disparó. «Yo me encabrono cuando hablan de Venezuela, porque yo no opino de ningún país», siguió, al tiempo que advirtió a Obama que «el decreto, el desprecio y la prepotancia y la arrogancia pasarán a la historia como su legado para con Venezuela».
Maduro enumeró finalmente cuatro propuestas que quiere hacerle al mandatario estadounidense: «Uno, que el gobierno de EEUU y la elite estadounidense que dirige corrijan el error de origen que los llevaron a este decreto desproporcionado. El error de origen consiste en que creyeron que con la partida física de Chavez la revolución se acababa», consideró.
En segundo lugar, pidió que «reconozcan la revolución del siglo XXI». «Desmonten la maquinaria de guerra psicológica, militar y política que tienen montada en la Embajada de EEUU en Venezuela. Podría mostrar las pruebas que tengo de los atentados que hubo para matarme a mi planificados allí», añadió en tercer lugar.
Y mencionó, por último: «Que tomen las medidas legales para detener la conspiración que se desarrolla en el territorio de Miami».
Fuente: Infobae