Desde el estado Sucre, Maduro recordó que el expresidente Hugo Chávez quería estar en Cumaná cuando la ciudad primogénita de Venezuela cumpliera 500 años en 2015, por lo que aseguró que él representará al fallecido mandatario. «Yo estaré aquí como el hijo de Chávez, como presidente de Venezuela», dijo.
Hizo jurar a los integrantes de los comandos de batalla «a mantener la obra» de Hugo Chávez.
El candidato oficialista reflexionó sobre algunos problemas sociales como la prostitución y la inseguridad en Venezuela, flagelos que aseguró son parte de «la cultura del capitalismo».
«Yo hijo de Chávez, asumo la tarea que me dejó, voy a ser presidente de todos los venezolanos, a nombre del presidente Chávez y por ustedes, voy a trabajar cada año para convertirme en el presidente de la seguridad y la paz», manifestó.
Pidió ayuda a los jóvenes para combatir la inseguridad. «Esta tarea solo se puede asumir entre todos y en dos años, tres o cuatro tener una mejor sociedad y superar los atracos, los asesinatos, solo si participamos todos. Solo así podemos sanear la sociedad», dijo.
Solicitó al gobernador Luis Acuña «meterle el ojo» a la Policía del estado Sucre «y si hay que refundarla, vamos a refundarla».
Maduro también estuvo en Monagas
Durante la juramentación de las unidades de batalla Hugo Chávez del estado Monagas, con más de 6 mil integrantes, Maduro convocó a la militancia oficialista a reforzar la organización a través del 1×10, los comanditos y las unidades de batalla.
«Cada quien debe tener su 1×10 organizado por cada centro de votación, cada mesa, cada familia, cada votante. Tiene que ser perfecto. Nuestra mayor ventaja es un pueblo convencido de su organización por la batalla y la victoria», recalcó Maduro.
Exhortó a llevar a cabo otra insurrección de lucha por la libertad. «Como la insurrección del 27 de febrero de 1989, como la insurrección militar y popular del 4 de febrero que comando Hugo Chávez», dijo.
Comandos en Nueva Esparta se juramentaron con Maduro
A las 7:00pm, Maduro llegó a La Asunción, estado Nueva Esparta, para juramentar también a los seguidores del oficialismo con miras a la campaña por las elecciones del 14 de abril.
«Cada año que pase tendremos mejores servicios turísticos y recreación», prometió Maduro a los neoespartanos. El candidato llamó «quebrados y devaluados» a la oposición.
Manifestó que 13 jóvenes que formaban parte de un grupo armado, se presentaron en la Gobernación de Nueva Esparta para entregar sus armas y expresar sus ganas de «ser útiles a la sociedad», esa anécdota la comentó a propósito de su promesa de convertirse en el «presidente de la paz».
Maduro aseguró que no tiene ego y que no lo mueve la ambición. «Nos mueve el amor más grande por esta patria», dijo.
Expresó: «si el capitalismo volviera a ponerle la mano al poder político del país, eliminaría las misiones y privatizaría Pdvsa inmediatamente, pero particularmente en el problema llamado de la inseguridad, del crimen y de la cultura de la muerte y el culto a las armas, volvería la política del desastre capitalista de represión y agresión al pueblo».
Cargó contra la Policía de Miranda y aseguró que sus oficiales son «caras del narcotráfico». Dijo que ese estado es uno de los que tiene mayor inseguridad en el país.
«Si no reaccionamos ya, corremos el peligro más grande de que la violencia y el narcotráfico se imponga definitivamente como forma de vida. Nuestros hijos y nietos tendrían que vivir en una sociedad sometida por la violencia y las bandas criminales (…) Solo un presidente socialista, humanista y verdaderamente cristiano, hijo de Chávez, como Nicolás Maduro, puede enfrentar el problema de la inseguridad», enfatizó.
Maduro señaló: «Si hubiera un accidente histórico y esta burguesía ganara, sería inviable este país. No pasaría ni un mes cuando tomarían la decisión de privatizar Pdvsa y este pueblo tendría que salir a la insurrección general y comenzaría un alzamiento popular, no tengo duda de eso».
