La asociación Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora denunció la “represión” que hubo este viernes por parte de la Policía al finalizar la marcha para reclamar por la desaparición del activista Santiago Maldonado, que concluyó con una veintena de heridos y 30 detenidos.
“Hace 40 años que venimos luchando para tener un estado de derecho y para que la gente tenga derecho a expresarse, y esto presagia que tienen intención de reprimir cualquier expresión del pueblo”, afirmó a Radio Cooperativa Nora Cortiñas, dirigente de una de las dos ramas del emblemático organismo humanitario.
Así, criticó que lo ocurrido anoche forma parte de un “plan” del Gobierno argentino de “no tolerar” un acto “correcto, muy fuerte y muy emotivo” en el que miles de personas reclamaron la aparición con vida del hombre de 28 años, que fue visto por última vez el 1 de agosto, cuando participaba en una protesta de la comunidad mapuche Lof Cushamen en la localidad de Esquel, provincia de Chubut (sur).
La manifestación de este viernes estuvo protagonizada por las acusaciones contra la Gendarmería, que reprimió con balas de plomo y goma la protesta indígena en la que fue visto por última vez el joven, y contra el Gobierno, especialmente la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Organismos de derechos humanos y sociedad civil pidieron en la Plaza de Mayo, frente a la sede del Ejecutivo, la dimisión de varias de sus autoridades, a quienes acusaron de encubrir a la Policía y de negar que se trate de una “desaparición forzada”, cuando este es el objeto de la causa establecido por la propia Fiscalía.
El ambiente fue pacífico hasta que una decena de personas que quedaron en la plaza, algunas de ellas con palos, comenzaron a lanzar piedras contra la Policía, que reaccionó con balas de goma, gases e, incluso, un cañón de agua, disturbios que se saldaron con una veintena de heridos y 30 detenidos, según confirmaron hoy asociaciones y partidos políticos de izquierda.
“Fue una acto desmedido de represión, con balas de goma, gases, golpes”, criticó Cortiñas antes de apuntar que “había un grupo exaltado cuando los querían sacar de la plaza, pero fue un acto pacífico donde el reclamo fue unánime, muy duro, pero con razón, porque hace un mes que desapareció Santiago y el Gobierno no tiene ninguna explicación”.
El caso ha generado una fuerte polémica en el país, donde organizaciones humanitarias comparan el hecho con las prácticas de la última dictadura militar (1976-1983), cuando se produjo la desaparición, según datos de esas asociaciones, de 30.000 personas.
EFE
Por Confirmado: Gabriella Garcés