El presidente de Francia, Emmanuel Macron, pidió este miércoles a medio centenar de dirigentes de las principales empresas del sector digital mundial invitados a París, incluyendo al fundador de Facebook Mark Zuckerberg, que se comprometan a favor de la educación, la salud y el empleo.
«Espero de ustedes discusiones francas y directas para ver cómo podemos mejorar la situación social, las desigualdades, el cambio climático y resolver juntos los problemas colectivos», declaró Macron ante sus invitados en el palacio del Elíseo.
Además de Zuckerberg, en la lista de invitados a este encuentro a puertas cerradas llamado «Tech for Good» figuran Satya Nadella de Microsoft, Dara Khosrowshahi de Uber, Ginni Rometty de IBM, Bill McDermott de SAP y Jimmy Wales de Wikimedia, entre otros.
Antes del encuentro, varios grupos anunciaron medidas, como Uber o Deliveroo, que van a ofrecer a sus empleados un seguro social privado.
Esta reunión, tras la cual se esperan otros anuncios, se celebra en plena tormenta por la fuga de datos, las noticias falsas o la evasión fiscal que han empañado la imagen de varias de estas grandes compañías.
Zuckerberg llegaba directamente desde Bruselas, donde el martes se disculpó ante el Parlamento Europeo por el «daño» causado por los fallos en la protección de los datos de los usuarios de la popular red social, en el escándalo de la firma británica Cambridge Analytica, acusada de haber manipulado a los electores estadounidenses.
Macron, que quiere convertir a Francia en una «nación startup», está buscando «iniciar un diálogo franco y directo» con los responsables de los gigantes digitales sobre «la regulación o la gobernanza internacional», explicaron consejeros de la presidencia.
Considerado como un presidente proempresa tras las rebajas de impuestos a las grandes fortunas y a las ganancias de capital, el mandatario francés defiende también activamente ante Bruselas la imposición de mayores gravámenes a los gigantes de internet, muchos de los cuales pagan muy pocos impuestos en Francia.
En un primer tiempo, el ejecutivo europeo aboga por gravar 3% los ingresos —y no los beneficios, como es habitual— generados por la explotación de actividades digitales.
Esta tasa sólo se aplicará a empresas cuya facturación anual mundial supere los 750 millones de euros y cuyos ingresos en la UE superen los 50 millones de euros.
Se espera que durante la jornada varios de estas grandes compañías anuncien iniciativas de carácter social en África.