El presidente de Argentina, Mauricio Macri, pidió este jueves a los empresarios del sector industrial confianza en su política para que se puedan construir «los cimientos» que permitan lograr crecimiento y previsibilidad «de largo plazo» y en pro de un país «confiable» basado en las relaciones honestas.
En el acto conmemorativo del Día de la Industria, celebrado en la localidad bonaerense de Pilar, el jefe de Estado defendió que desde que asumió el cargo, en diciembre de 2015 -tras doce años de Gobiernos kirchneristas-, se está generando un marco macroeconómico «responsable y sano» para que todos los argentinos puedan crecer.
«Nuestro crecimiento no se va a resolver con atajos de devaluaciones o ajustes de un día para el otro, sino a partir de un camino gradual donde estén todos incluidos, en especial los que menos tienen», remarcó ante decenas de empresarios.
El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, encargado de abrir el acto, subrayó que aunque Argentina está entre las 20 economías del mundo, «con un entramado productivo rico, complejo y sofisticado», la volatilidad macroeconómica o las crisis «recurrentes» han obstaculizado la sustentabilidad de cualquier proyecto productivo a largo plazo.
También influyen negativamente, según continuó, la inflación y la incapacidad de contar con una»moneda nacional fuerte», por lo que pidió «trabajar entre todos» para solucionar los temas de fondo que postergan el «despegue» del país.
«En un mundo cada vez más desafiante debemos concentrar nuestros esfuerzos en bajar el costo argentino. Esto debe dejar de ser un anhelo utópico para convertirse en una necesidad de carácter prioritario», agregó, convencido de que «mirar hacia el futuro» y establecer compromisos que trasciendan el corto plazo implica generar consensos entre empresarios, trabajadores y el Estado.
Dirigiéndose a Macri, Acevedo señaló que les une una agenda «conjunta, trascendente y desafiante» y reafirmó el compromiso de su organización en colaborar en el desafío de bajar la «litigiosidad» laboral y erradicar la «industria del juicio».
Es en ese sentido que el mandatario señaló que su Gobierno está construyendo un «país confiable, basado en la verdad y en las relaciones honestas», y enfrentando a las «mafias» del narcotráfico y las de los juicios laborales, los puertos o la aduana «como nunca antes se hizo».
«En esta Argentina que estamos construyendo pasamos del atajo al trabajo, de la viveza a la decencia, de la trampa a la confianza. Estamos haciendo crecer la confianza, que trae inversiones», concluyó el jefe de Estado, que reiteró que el mundo ha abierto a su país «una oportunidad» y que depende de todos aprovecharla.
No obstante, Macri, que incidió en que cuando la economía «crece sostenidamente y no solo transitoriamente» hay menos pobreza, enfatizó que Argentina ha pasado del séptimo al tercer puesto en el ránking de «países amigables» en la creación de empresas en Latinoamérica.
«Estamos logrando una integración inteligente al mundo, defendiendo el valor de lo que hacemos, abriendo puertas que nos permitan seguir creciendo sin regalar nada y sin falsos nacionalismos», afirmó.
«No vengo para decirles que inviertan para hacerme un favor a mí o a este Gobierno. Quiero que inviertan porque confían y creen en los Argentinos. Este es el momento», concluyó, para reconocer que, aún así, todavía se puede hacer mucho más.
2001
María L. Espinoza