Busca una alternativa para frenar la ley antidespidos que promueve la oposición
“Muchos analistas dicen que si hacemos política o no hacemos política. ¿Qué es hacer política?”, aseguró Mauricio Macri ante los principales empresarios argentinos reunidos en la Casa Rosada. El presidente logró un golpe de efecto imprevisto en uno de sus momentos más difíciles desde que llegó al poder, con los sindicatos movilizados en la calle y la oposición a punto de aprobar una ley antidespidos.
Macri logró que los principales empresarios del país firmaran un compromiso formal, presentado en la Casa Rosada, en el que se comprometen a no reducir sus plantillas durante 90 días, tres meses. El Gobierno asegura que Argentina está viviendo el peor momento de la crisis, con una inflación desbocada rozando el 40% anual, pero está convencido de que en tres meses la situación habrá cambiado por completo.
Macri parecía tener controlados a los sindicatos y a la oposición en estos primeros meses pero acaba de perder ese control con una manifestación masiva de los principales sindicatos peronistas la semana pasada y la movilización de la oposición en el Parlamento, que está a punto de aprobar una ley antidespidos que los hace casi imposibles durante 180 días, el doble que lo pactado con los principales empresarios del país.
Macri rechaza de plano esta norma y si se aprueba está dispuesto a vetarla, lo que supondría un fuerte coste político. Precisamente por eso el presidente se ha movido y ha logrado el respaldo de los principales empresarios con este compromiso formal, esta tregua antidespidos. Poco después se reunió también con los principales sindicalistas para buscar también una tregua en las protestas. No parece fácil que el presidente logre frenar la ley antidespidos pero acaba de hacer un movimiento clave que puede dificultar mucho su avance y apela al hombre cuyos votos son claves en la Cámara de Diputados: Sergio Massa, peronista disidente, que juega siempre entre el apoyo a algunas reformas cuando ve a Macri fuerte y el rechazo cuando le ve débil.
El presidente jugó con esa idea de quienes le critican por no hacer política y rechazó de plano esa ley antidespidos. “¿Qué es hacer política? Crear instrumentos para poder crecer, no es reunirse para crear trabas, eso es volver a la viveza criolla mal entendida. Eso no es buena política, es bastardear la política”, insistió. A partir de ahí animó a todos los empresarios a sumarse al compromiso. “Esperemos que muchos más firmen, vamos a generar millones de puestos de trabajo”, se ilusionó.
El texto firmado, negociado en secreto durante el fin de semana por el ministro Francisco Cabrera con los grandes empresarios, supone un respaldo clarísimo a la política del Gobierno y una llamada a los sindicatos peronistas para que le den algo más de margen. «Ante el momento de cambio positivo que está viviendo la Argentina y de transición económica que genera dificultades en el corto plazo, nosotros como empresarios nos comprometemos a:-no reducir nuestros planteles de empleados durante al menos los próximos 90 días. -Generar planes de inversión para proveer más puestos de trabajo. Trabajar junto al Gobierno nacional y a los sindicatos en una agenda de desarrollo y de mejora de la calidad del empleo en el país».
El texto incluso llega más lejos en ese respaldo al Ejecutivo. «Creemos que las medidas que está tomando el Gobierno son las adecuadas para alentar la creación de nuevos puestos de trabajo». El respaldo de los empresarios es evidente, ahora faltan los sindicatos y la oposición, que no se lo pondrán tan fácil al presidente aunque en Argentina todo cambia en pocas horas y depende de una especie de negociación eterna y cambiante en la que vive el país.
Fuente: El País