La líder opositora, acompañada por su familia, aseguró sentirse «muy emocionada» por el trabajo de los expositores y por algunas de sus imágenes, como la tomada poco después de las elecciones primarias de 2023
María Corina Machado se mostró este jueves «orgullosa» de pertenecer a un movimiento de ciudadanos «valientes», al inaugurar una exposición dedicada a su persona en el Centro del Nobel de la Paz con motivo de la concesión de ese premio a la opositora venezolana, el último acto del programa del galardón de este año.
«Estoy tan orgullosa de ser parte de una generación, de un movimiento de ciudadanos valientes, corajosos, honestos y afectuosos», dijo en su discurso Machado, que prometió que la próxima vez que se encontrará con el Comité Nobel noruego será en una Venezuela «libre».
La muestra, bautizada Democracy on the Brink (La democracia, en el precipicio) es un reflejo de «la lucha por la democracia» de la oposición venezolana, según este centro vinculado al Instituto Nobel, y acoge tanto imágenes de su trayectoria política como de jóvenes venezolanos emigrados a Colombia.
La importancia del apoyo exterior
En declaraciones a los medios, Machado destacó la importancia del apoyo exterior para la oposición venezolana, pero añadió que «la ayuda más importante va a ser la de nuestra diáspora regresando».
«No hubiéramos llegado hasta aquí si no fuera porque siempre estuvo el poder de la gente en el centro y el haber confiado en la gente al mismo tiempo», declaró a los medios la líder opositora, quien manifestó tener «confianza» en los venezolanos y reiteró que esta generación «está más preparada que ninguna otra».
La práctica habitual es contratar a un fotógrafo del país del galardonado, aunque este año la organización ha optado por una solución alternativa, debido a la situación política de Venezuela.
El Centro del Nobel de la Paz contrató en esta ocasión al turco Emin Özmen, prestigioso fotógrafo de la agencia Magnum, quien ya había viajado a Venezuela en 2019 para documentar las protestas contra el gobierno, que sirvieron como material para una parte de la muestra.
«Esperanzas y visiones de futuro»
Özmen viajó a Colombia el mes pasado por encargo del Centro del Nobel de la Paz para retratar a jóvenes venezolanos emigrados al país vecino y recoger «sus esperanzas y visiones de futuro».
El Comité Noruego del Nobel y el propio centro afirman que «más de 8 millones de personas, es decir, una cuarta parte de la población, han huido de Venezuela desde 2014». y «quienes permanecen viven en la pobreza y el miedo, mientras extrañan a sus familiares exiliados».
La inauguración se produjo menos de 24 horas después de la llegada a Oslo de Machado, que reside en la clandestinidad en Venezuela y no pudo llegar a tiempo ni a la rueda de prensa del martes ni el miércoles a la ceremonia de entrega del premio, que recogió en su nombre su hija, Ana Corina Sosa.

En comparecencia este jueves ante los medios, Machado agradeció el apoyo de Estados Unidos tanto en su salida de Venezuela como contra el «régimen» de Nicolás Maduro, y pidió ayuda a las «democracias del mundo» para bloquear los ingresos que permiten al mandatario mantener su estructura.
La opositora venezolana se mostró tan combativa contra Maduro como convencida de que conseguirán «liberar» al país y calificó de «decisivas» las acciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el Caribe, que han dejado al régimen «más débil que nunca».
No quiso especular, sin embargo, sobre la estrategia de Estados Unidos y otros países en la defensa de su seguridad nacional, en la que dijo que están involucrados.










