Macaulay Culkin vuelve a ser Kevin McCallister de Mi pobre angelito en anuncio navideño

Macaulay Culkin vuelve a ser Kevin McCallister de Mi pobre angelito en anuncio navideño

La nostalgia navideña se enciende con el inesperado regreso de uno de los personajes más icónicos del cine familiar. Macaulay Culkin, el actor que definió la Navidad con Mi pobre angelito (Home Alone), volvió a meterse en la piel de Kevin McCallister 35 años después del estreno original, aunque esta vez para un comercial.

 

El spot, creado para la compañía Home Instead y titulado Home but not alone (En casa, pero no solo), ofrece una versión adulta y madura de Kevin, ahora de 44 años. La trama reinventa el caos doméstico que caracterizaba las películas originales, pero con un enfoque en el cuidado de los padres mayores.

 

En el anuncio, Kevin McCallister sigue haciendo uso de su ingenio para crear trampas, aunque con un propósito radicalmente diferente: proteger a su madre (quien en la ficción interpretó por Catherine O’Hara) de accidentes caseros.

 

 

 

 

Se observa a un Kevin adulto concentrado en su proyecto de bricolaje, al que llama Mom’s Safety Plan (Plan de seguridad para mamá). Entre sus inventos más ingeniosos se incluyen una silla elevadora «turbo» para escaleras, un detector de cáscaras de plátano para prevenir resbalones, y hasta un estricto escáner de retina para controlar el acceso al refrigerador.

 

 

Encuentro con el pasado

 

El emotivo comercial incluye un guiño directo a la película original. Mientras Kevin trabaja, recibe la visita inesperada de una joven que porta una pala, un objeto que le recuerda inmediatamente a su antiguo vecino, el Viejo Marley, el misterioso hombre que terminó siendo clave en el desenlace de la primera cinta.

 

«Pensaba que eras…», expresa un sorprendido Kevin, a lo que la chica responde: “¿El viejo Marley? Era mi abuelo”. La joven aprovecha la conversación para aconsejarle a Kevin iniciar un diálogo con su madre sobre la necesidad de aceptar ayuda profesional. «La parte más difícil es empezar esa conversación. No es fácil, pero cuando se trata de familia, todos tenemos emociones complicadas», le aconseja la joven, evocando la sabiduría del abuelo.

 

 

2001

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