El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, afirmó que la evolución económica de Venezuela durante el segundo trimestre del 2023 fue “decepcionante” y que se espera un crecimiento del PIB de 2,5%, muy inferior a la proyección original de 6%.
En una serie de tuits, el economista explicó su visión sobre las causas y las perspectivas de la situación económica del país caribeño, que atraviesa una crisis de flujo de caja, de combustible y de ingresos reales de la población.
Un comportamiento heterogéneo
León señaló que el comportamiento de la economía venezolana no ha sido homogéneo y que hay sectores en declive claro y sectores en positivo, lo mismo que ocurre con las diferentes regiones del país, pero el promedio es negativo.
Según el economista, el disparador principal de la contracción del 2023 se encuentra en una crisis de flujo de caja originada por los “eventos de corrupción en Pdvsa que ya fueron abordados por el Gobierno”, pero su impacto en los precios “fue tan alto que no se ha logrado rescatar el nivel de consumo”.
La crisis del combustible
Otro factor que ha afectado negativamente a la economía venezolana es el “evidente desabastecimiento de diésel y gasolina a lo largo de todo el país (con excepción de Caracas), que consolida y alarga la recesión“, sostuvo el presidente de Datanálisis.
León indicó que pese a los esfuerzos para equilibrar el flujo de Pdvsa y la entrada de divisas de Chevron al mercado, “la reacción económica ha sido muy tímida, debido a la caída de ingresos reales de la población y el agravamiento de la crisis de combustible”.
Expectativas positivas
El economista manifestó que las proyecciones se mantienen positivas hacia el segundo semestre porque se espera cierta desaceleración en los precios, “mayor entrada de divisas Chevron, gasto electoral, aumento de ingresos laborales e importación de combustible fuera del eje occidental”.
Sin embargo, advirtió que las proyecciones se seguirán revisando permanentemente en función de la reacción real del mercado los próximos tres meses y que la palabra crítica para la economía nacional venezolana sigue siendo: incertidumbre.
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