El economista y presidente de la firma Datanálisis, Luis Vicente León, aseguró que el gobierno perdió toda su capacidad de control debido a que la economía venezolana es «más abierta» que la que se tenía hace cuatro años.
Esta incapacidad de control lo traduce en las desventajas que ahora tiene el gobierno sobre el sector privado y que antes podía manejar.
«El gobierno (de Maduro) ha creado todo un modelo ortodoxo de apertura económica; no tiene la capacidad de rescatar los equilibrios, porque no hay confianza en las variables clave de la economía; hay aislamiento, tiene sanciones, y nadie cree en él ni en las autoridades monetarias», comentó.
Según el analista, el gobierno de Maduro no tiene divisas en el flujo de caja ni tampoco puede importar mercancía para competir o controlar al sector privado.
Explicó que en ese proceso de apertura pueden generarse oportunidades que ayudarán a los venezolanos a vivir en medio de una «fuerte incertidumbre».
Estas apreciaciones las dio a conocer durante el Congreso de Actualidad Económica realizado en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) el pasado 13 de noviembre.
– En las sanciones no está la llave –
Además, León indicó que se trata de un mito en la tesis de que las sanciones internacionales librarán a Nicolás Maduro y a su grupo más cercano del poder, pero señaló que las sanciones sí facilitan los procesos de transformación provocados por los grupos de presión social y de los demás sectores que denuncian en el país.
No obstante, criticó que las restricciones en contra de Maduro afectan a todos los sectores en sus operaciones e impide que se resuelvan los problemas con los se vive cotidianamente.
«Las sanciones no sustituyen el trabajo interno de una sociedad para producir sus cambios y cuando lo sustituye, que es cuando en efecto ocurren las invasiones militares, el resultado suele ser terriblemente malo», comentó.
Según datos recopilados por la encuestadora, el entorno país está caracterizado por el 91.4% de la población venezolana que siente que el país está mal o muy mal. Esto se traduce en un genérico efecto emocional de sentimientos negativos de la sociedad como la tristeza, el miedo, la angustia, la frustración y la necesidad por sobrevivir.
Para el economista, estos sentimientos se han levantado gracias a la aparición de líderes políticos como el diputado Juan Guaidó, a quien catalogó como un «perfecto desconocido» a principios de año, ya desvinculado del pasado y de los políticos que la sociedad había rechazado.
Sin embargo, León sostuvo que a lo largo de todo el año, la probabilidad de cambio que Guaidó había prometido desde enero, es la misma que se siente hoy en día, «solo que la ausencia de alternativas y el rechazo por Maduro hace que ese liderazgo todavía se mantenga cerca del 42% de aceptación popular, que significa que (Guaidó) todavía sigue siendo un líder muy importante en el país», detalló.
– Participación del sector militar en las negociaciones –
El también profesor de la UCAB y del IESA, señaló que el pilar fundamental en Nicolás Maduro es la fuerza militar, el cual lo presionaría a tomar la decisión de una negociación política.
En este sentido, León afirmó que «la clave es el sector militar» alegando que entre los venezolanos existe una fuerte incertidumbre entre el deseo y la realidad sobre la salida de la crisis en Venezuela, lo que impide que muchas veces se puedan tomar las mejores estrategias de cara a la situación país.
«Los militares sienten que Maduro protege lo que poseen. Esto puede cambiar si solo el sector militar siente que ya Maduro no representa su protección de integridad personal, familiar y de patrimonio», insinuó poniendo de ejemplo los hechos ocurridos en Bolivia tras la dimisión del ex-presidente Evo Morales el 10 de noviembre.
Frente a este escenario, la solución es mucho más compleja para el especialista. «No existe posibilidad de provocar un cambio si no existe también un acuerdo con el sector militar», detalló.
Finalmente, advirtió que si el sector militar interno no participa en el proceso de cambio, no puede haber ni una salida radical ni una salida negociada en los próximos tiempos.
NADYALH