Luis Vicente León, director de Datanálisis, asegura que la unidad venezolana aprovecha el «momento perfecto» para el debate. Afirma que el escenario de rivalidades y competencias de liderazgo internos, tanto en la MUD como en el PSUV, responden a un ciclo «normal» dentro de ambas coaliciones
La armonía dentro de las alianzas políticas venezolanas pareciera depender de los eventos electorales, así lo estima Luis Vicente León, director de Datanálisis. Luego de los primeros meses del año, en el que la constante fueron las protestas callejeras, los rumores de pugnas internas, tanto en el oficialismo como en la oposición, comenzaron a hacerse eco.
La polémica inició en torno a la celebración del III Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Las elecciones internas de la tolda roja desencadenaron denuncias de ventajismo por parte de las «cúpulas del poder». Posteriormente la ventilación de desacuerdos internos, de la voz de miembros de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), marcaron el conflicto de la alianza opositora, que se intensificó con la renuncia de dos de sus principales autoridades.
– Ante los últimos acontecimientos tanto en el PSUV como en la MUD, ¿cuál es el análisis que usted hace de la Unidad en estas organizaciones políticas?
– Es sencillo, cuando tú estás cerca de un proceso electoral, te unificas en una estrategia para poder seguir un interés común. Y las diferencias no se eliminan, sino que se aglutinan alrededor de un objetivo mayor. Ahora, si no tienes una elección cercana es el momento perfecto en el cual se debate y se fijan posiciones, es normal que eso ocurra. Esa visión que tiene la gente de que eso significa que estos bandos están divididos, destruidos, que se están matando, es una visión miope. Ahora, ¿hay divisiones? Claro que hay divisiones, sí hay diferentes opiniones, y hay intereses personales de los líderes, pero de eso se trata la política, eso es un estímulo que no se puede matar.
– Más allá del proceso de debate «normal» al que hace referencia, ¿tiene alguna crítica a la forma de hacer política en Venezuela?
– Sí, el chantaje. La Unidad se usa para chantajear. Si alguien critica dentro de la oposición o dentro del oficialismo, todos los demás le caen encima, como si fuese un enemigo. Es decir, si tú no permites que hayan debates internos, qué termina ocurriendo, que ante cualquier opinión distinta o propuesta de cambio explotan grandes conflictos.
– ¿La gente percibe ansias de Unidad, o ansias de ser los únicos?
– Es irrelevante. Todos tienen derecho a buscar subgrupos, la gente lo ve como algo negativo y no es así, porque eso es una parte intrínseca de la política. Qué quiere un dirigente político, ser el líder, y tiene derecho a aspirar. Y a cuenta de qué se tienen que quedar callados si sienten que se está haciendo algo que no consideran correcto. Es válido querer posicionarse hacia el interior del partido. Y eso muchas veces se lee como una división terrible, pero eso simplemente forma parte natural de la política.
– ¿Puede cansarse la gente de la hostilidad dentro de estas alianzas políticas?
– Obviamente la gente no tiene por qué entender estos problemas. Todo el mundo quiere Unidad, le parece mejor, le parece mayor fuerza, y tiene sentido que lo piensen así. Cuando hay peleas, cuando hay pugnas, la gente lo percibe negativo y eso debilita liderazgos.
– ¿Qué recomienda a ambos bandos?
– Tienen que debatir y luego buscar los mecanismos para dirimir sus propias diferencias. Me parece perfectamente válido que se digan lo que se tienen que decir, y que se sometan al estrés de una elección interna (…). Las diferencias no se arreglan, lo que pueden hacer es resolverlas a través de un mecanismo que indica quien gana, y el otro tiene que estar dispuesto ante ese mecanismo a aceptar quien tome el liderazgo triunfador.
Fuente: La Verdad.com
Por Verónica Albarrán / Maracaibo / noticias@laverdad.com
