El analista económico Luis Brusco conversó con BancayNegocios.com acerca de las perspectivas que cabe esperar para la economía venezolana en el transcurso de un año.
Entre sus principales previsiones, Brusco recomienda considerar un programa de auxilio por parte de un ente multilateral como el Fondo Monetario Internacional. De este modo, cree que se lograría evitar que el país llegue a una situación más grave caracterizada por una crisis de balanza de pagos.
Opina que se requiere tratar el elevado déficit fiscal para reducirlo a un nivel manejable, que a su juicio estaría entre 3 y 4% del PIB. “Uno de los problemas más graves es que en 17 años se destruyó gran parte del sector privado, cuando en otros países que pasaron por cuadros similares no existía esa condición”.
Su diagnóstico parte de la preocupación debido a que, luego de casi tres meses transcurridos del presente año, “se evidencian en la economía venezolana signos de una profundización del fenómeno estanflacionario”.
“Se confirman las expectativas de que este año la economía venezolana alcanzará la mayor inflación históricamente conocida en el país, por segundo año consecutivo”, enfatiza, sin dejar de lado un fuerte cuadro recesivo.
¿Espera que haya una subida considerable del desempleo?
A pesar de la inamovilidad, el cierre de empresas necesariamente obligaría a que la tasa de desempleo formal aumente. Si las empresas se van, no hay nada que hacer. Vamos a ver muchos de estos casos, sobre todo en los sectores manufacturero y comercial, sobre todo si el nuevo esquema cambiario se hace aun más restrictivo.
¿Qué se puede esperar en cuanto al comportamiento del consumo?
La caída del consumo privado va a ser mayor que el año pasado. Es bueno advertir que esto representa cerca de 60% del gasto total que se produce en el país. La caída en el indicador es continuación de una tendencia que viene desde el año pasado, como caída del gasto agregado en general que venía descendiendo alrededor de 5%. Pero este año su caída va a ser más pronunciada porque el salario real va a caer más aunque se realicen nuevos aumentos nominales.
¿Se esperan tendencias adversas en algún otro aspecto?
Este es quizás el primer factor de la depresión. Pero la inversión también va a caer debido a factores que determinan la producción. Por el lado de la oferta la mayor traba está en las dificultades para recibir insumos debido a problemas cambiarios. Esto sigue siendo determinante en la producción de bienes y servicios. Hay además otros factores adversos como la inamovilidad laboral y los incrementos consecutivos de los salarios nominales, sin tomar en cuenta la productividad de la mano de obra.
¿Qué factor sería más relevante para contrarrestar esta situación?
El único factor determinante de crecimiento de la producción no solamente es el acceso a materias primas y los temas laborales, sino el factor de la oferta, que tiene que ver con el empeño en el mantenimiento de los controles de precios.
¿Es posible que una baja en el consumo sea beneficiosa para frenar el aumento de la inflación?
El alza inflacionaria se mantiene en un factor de entre 10 y 12% mensual, lo que habría llevado en 2015 a una inflación acumulada por encima de 200%, superior a la reportada por el Banco Central. El mayor impacto, sin duda, lo reciben los asalariados y jubilados, la población con ingresos fijos en general.
En segundo lugar, se comienzan a observar impactos en pequeños productores, quienes registrarían caídas en sus ganancias y serían la primera parte de la cadena comercial a quienes está llegando el efecto recesivo con fuerza.
Esto hace que se generalice en una caída del consumo y de la inversión, y eso pudiese tener un efecto positivo en materia de inflación, pero con un alto costo para la sociedad.
¿Pero tiene reservas al respecto?
Sí, porque el gobierno muestra evidencias de que continuará financiando el déficit fiscal por vía monetaria, con un sector público restringido.
En las primeras nueve semanas de 2016 la liquidez monetaria está creciendo a razón de un promedio de 31 mil millones de bolívares por semana. Si lo comparas con el año pasado, los primeros nueve meses se incrementó en 12 mil millones de bolívares, pero ahora su comportamiento amenaza con batir record.
¿Podría controlarse este tema a través de las modificaciones a la Ley del BCV aprobada por la Asamblea Nacional?
La reforma a la Ley del BCV ha generado expecativas. El Presidente decidirá qué hacer, si la aprueba o la envía a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo. No se qué diría el TSJ, pero desde el punto de vista político sin duda va a haber objeciones.
Y en el aspecto cambiario, ¿existen algún tipo de perspectivas positivas?
En el contexto de la aceleración inflacionaria, con tasas de interés extremadamente negativas, se aprecia aún más el tipo de cambio real. Aunque lo hayan llevado a 10 bolívares, el BCV no está interviniendo, por más que haya habido algún intento de actualizar el tipo de cambio. Actualmente este tipo de cambio se queda corto.
¿Qué apreciación tiene sobre el plan de activación de sectores productivos del gobierno?
Estos motores para incentivar algunos sectores poco van a responder, pese a asociarlos con algunas empresas extranjeras, a menos que sea bajo negociaciones directas con sectores estatales o inversionistas privados. No es suficiente lo que se ha venido haciendo. El sector manufacturero representa el de mayor ponderación en el PIB, con entre 15 y 16% de la actividad económica, mientras que petróleo representa entre 12 y 13%. Así que de ninguna manera la economía va a responder a estas medidas.
¿Qué se debería hacer?
Cuando un país llega a los actuales niveles de deterioro económico lo primero que hay que hacer es estabilizar. Bajar la fiebre.
No puedes tomar un conjunto de medidas económicas sin antes estabilizar. Y una vez que se haya estabilizado, hay que promover la inversión, por eso es predecible que estos planteamientos no tengan tanto impacto, aun cuando los deseos es que estos tengan éxito.
También se tendría que llevar a cabo una serie de ajustes fiscales, monetarios y cambiarios: Aumentar impuestos, reducir el financiamiento monetario, y si esto no fuera suficiente, recurrir a la privatización de empresas públicas.
Fuente:bancaynegocios.com